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Oran y ruegan al cielo por la paz en las cárceles
Mientras el Centro de Privación de Libertad en Guayaquil sigue resguardado por militares, familiares y evangélicos se unen en oración en el sitio
Fátima Jaramillo no ha dejado de pedirle a Dios por el bienestar de su hijo, quién ya cumplió una condena de 4 años en el Centro de Privación de Libertad Zonal 8 de Guayaquil, pero como consecuencia de los amotinamientos en cuatro cárceles del país, no ha podido salir libre. Eso, pese a que desde el 23 de febrero, el día más fuerte de las cruentas revueltas, él tiene la boleta de excarcelación.
La mañana de este viernes 26 de febrero, la señora de 60 años, de rodillas suplicaba en los exteriores del centro penitenciario, para que le den información de su hijo. Junto a ellas estaban otras cuatro mujeres, tres de ellas eran miembros de una iglesia cristiana, y llegaron hasta el reclusorio conmovidas por la masacre que hasta ahora ha dejado 82 privados de libertad fallecidos.
"Señor aquí estamos, padre aquí estamos. Cristo misericordioso te pedimos paz", expresaban las mujeresen sus oraciones.
En los exteriores del centro carcelario se observaba una aparente tranquilidad, a pesar de que varios parientes de reclusos todavía acuden a este lugar en busca de información de sus seres queridos.
La parte externa de la Zonal 8 aún continúa resguardada por militares, mientras que varios agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador controlan la seguridad vial, peatonal y vehicular.