La melodía que inundaba la sala de eventos era la propicia para el acto. “A mis amigos les adeudo la ternura / Y las palabras de aliento y el abrazo / El compartir con todos ellos la factura / Que nos presenta la vida, paso a paso”, se escuchaba en la voz del cantautor y poeta argentino nacionalizado español Alberto Cortez.

En el tercer piso del Colegio de Ingenieros Comerciales del Guayas, la ‘gallada’ de exalumnos del Colegio Nacional Experimental Eloy Alfaro, promoción 1974-1975, se había reunido para recordar su época de compañeros de aulas.

Toni Flores, exalumno del plantel (una promoción antes) y quien fuera cantante del grupo musical Los Ranas, nacido en la época del 70, amenizaba la cita. “Desengáñame mejor, que yo prefiero un puñal a la duda de tu amor... a la duda de tu amor”, entonaban a viva voz la canción Interrogación varios de los exalumnos ya cuando empezaron a ‘tomar viada’, animados por el momento y uno que otro vasito de whisky para alegrar el ambiente.

En una esquina, José María Fuertes (74 años), Sebastián Alvarado (77) y Hermes Sánchez (76), exprofesores e invitados de lujo a esta reunión, recordaban la época en que ellos, como exalumnos del mismo plantel donde después dieron clases y llegaron a ser hasta inspectores, fueron tricampeones de volleyboll colegial.

Los recuerdos volaban en sus mentes y eran alegría pura al momento de contarlos. “Fuimos los precursores del volleyboll aquí. Campeones en los años 1964, 65 y 66”, dijeron con algo de nostalgia y orgullo los exprofesores durante la reunión con sus exalumnos.

Ya sobre la reunión con sus expupilos, Fuertes resaltó el hecho de “seguir vinculados como en familia, maestros y alumnos”, mientras que Alvarado destacó “el respeto mutuo que existía y se mantiene hasta ahora”, mientras Sánchez alabó “la experiencia vivida en las aulas que dio sus frutos”.

Algunos se saludaban como muchachos, otros hacían grupos de conversación y unos cuantos más cantaban. Óscar Haz y Mario Pizarro, dos de los organizadores, contaron que la idea de reunirlos nació luego de unas olimpiadas de exalumnos.

“Oye, pero tú eres Haz”, le había dicho entonces alguien que lo reconoció. “Sí. ¿Y tú eres...?”, le respondió sin recordar bien su rostro, pues los años lo habían cambiado un poco. “Yo soy Mayorga, ¿te acuerdas?”.

Luego de eso a buscar a los demás, a través de números y redes sociales. Y los alumnos volvieron a encontrarse. Ya sin uniformes ni cuadernos. 49 años después, hoy las canas, las barrigas, las barbas y en algunos de ellos las calvas se han hecho presentes.

Pero siguen siendo los mismos compañeros de siempre: “los Alfarinos de corazón”, dijo a viva voz Jorge Parrales, otro de los organizadores del encuentro.

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