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Esmeraldas: padres no quieren enviar a niños a la escuela por temor a guerra de bandas
Mensaje alertando de un posible saqueo generó el temor entre los comerciantes de la ciudad. Muchos fueron a cuidar sus negocios; algunos ni abrieron.
La asistencia a clases en las unidades educativas en la ciudad de Esmeraldas es irregular por estos días. Los padres de familia sienten temor de enviar a sus hijos a las escuelas y colegios. Ernesto Camacho, por ejemplo, no envió a la escuela a sus hijas de 8 y 10 años por temor a que se desate la “guerra de bandas” que supuestamente se iba a producir en estos días, según una serie de mensajes amenazantes que se difundieron en redes sociales.
“Prefiero que pierdan clases hasta que las cosas se calmen. Así no podemos estar tranquilos ni dejar a nuestros hijos, preferimos tenerlas en casa, aunque sabemos que ni eso es seguro ya en Esmeraldas”, relató el padre de familia, de 43 años.
Pero Pablo Ramos, jefe del Distrito de Policía de Esmeraldas, pidió a los padres que no se alarmen, puesto que la policía está brindando vigilancia en los exteriores de los planteles educativos, como parte de su proyecto Escuelas Seguras. “No podemos dejarnos llevar por la desinformación, porque eso es lo que ha ocasionado caos. Invitamos a todos a recuperar la calma”, enfatizó Ramos.
La mañana de ayer circularon en Esmeraldas panfletos con amenazas contra las unidades educativas de la localidad. Aunque no está confirmado quiénes estarían al frente de estas intimidaciones, se cree que serían miembros de la banda delictiva Los Tiguerones.
La policía estima que solo en Esmeraldas habría entre 3.000 y 4.000 miembros de esa organización, de los cuales 1.500 estarían operando desde dentro de la cárcel de Esmeraldas.
Y es que el miedo sigue instalado en las calles de Esmeraldas. La gente camina con temor, a paso apresurado y mirando a todos lados. Los esmeraldeños están sumergidos en una suerte de psicosis provocada por la ola de muertes y violencia que se ha tomado la capital provincial y que, con el paso de los días, recrudece.
Este jueves 20 de octubre de 2022, la actividad comercial fue irregular en el centro de la ciudad, principalmente en la calle Bolívar, donde se concentran negocios de comida, ropa, electrodomésticos y más. Allí, Hólger Viscarra estuvo afuera de su local de venta y reparación de celulares por casi 2 horas. Solo esperaba. No sabía si abrir porque a su celular llegó un mensaje alertando sobre posibles saqueos en el casco comercial de la ciudad.
“Uno invierte en su negocio para poder ganarse el diario, pero así no se puede trabajar”, reclamó este comerciante que llegó a Esmeraldas hace dos años procedente de su natal Ambato, con la finalidad de montar su negocio, pero ahora piensa seriamente en regresar. Pese al miedo, Viscarra abrió su local por cuatro horas solamente; a las 13:00 cerró para ir a almorzar y después no volvió a atender para precautelar su seguridad y la de su inversión.
En esa misma zona, Inés Malatay fue más radical. Ella decidió no abrir este jueves su local de venta de ropa, pero igual acudió al lugar para hacer guardia en la puerta de entrada a su negocio. “Nos dijeron que iba a haber saqueos, por eso no hemos abierto y estamos aquí cuidando nuestro negocio. Es imposible salir a flote de esta manera”, indicó la comerciante.
El turismo es otro de los sectores golpeados por la violencia y el miedo que se ha apoderado de los esmeraldeños. Según Jorge Benítez, presidente de la Cámara Provincial de Turismo, la ocupación hotelera en Esmeraldas no supera el 10 %, cuando en días normales sería de entre el 40 y el 60 %.
“No puede ser que por el sepelio de dos personas se paralice la ciudad. Los últimos 15 días han sido muy flojos, tenemos la esperanza de que el sector se recupere en el feriado de noviembre”, señaló Benítez con cierta dosis de esperanza.