Exclusivo
Actualidad
En Esmeraldas jugaron el último partido de sus vidas
Cerca de 24 palmicultores fueron a la Provincia Verde a un encuentro deportivo desde Shushufindi, Sucumbíos. Tres de ellos fueron asesinados.
El equipo de fútbol de la empresa Palmeras del Ecuador, de Shushufindi, Sucumbíos, iba muy alegre a un encuentro deportivo que disputaría en San Lorenzo, Esmeraldas. Pero allá no les esperaba la copa del campeonato, sino una desgracia mortal.
Tres de los 24 palmicultores que salieron en bus desde la ciudad amazónica fueron asesinados a bala, la madrugada del domingo. El ataque se dio durante un robo en las afueras del hotel en el que se hospedaban en la ciudad fronteriza.
José Olivero, secretario del gremio de trabajadores de esa empresa, indicó que es la primera vez que una tragedia de esa magnitud ocurre luego de un campeonato. “Los palmicultores nos reunimos en estos partidos de fútbol para fraternizar”.
Por eso, una vez al año se escoge una sede para que los futbolistas participen en un campeonato con cuatro equipos (cuadrangular). Esta vez, San Lorenzo fue la localidad a la que acudieron los deportistas, el viernes pasado.
Olivero dijo que sus compañeros, ya en la Provincia Verde, jugaron el primer partido el sábado y lo ganaron. Pero en el segundo no tuvieron la misma suerte y no lograron coronarse campeones.
El atraco
Sin embargo, eso no fue impedimento para que disfrutaran el resto del día. Según Olivero, sus ‘panas’ se dirigieron hasta la casa de un conocido y no a un chongo, como lo registró la policía en su informe.
“Una vez terminada la reunión, los compañeros salieron a distintas horas y en diferentes grupos”, indicó el representante sindical. Entre ellos se encontraban Antonio Cedeño (28), Javier Torres (37) y Carlos Betancourt (38), quienes fueron al hotel y se quedaron un momento en la parte externa.
En ese instante, una cámara captó a dos sujetos que estaban en moto y llegaron hasta el grupo de amigos. Sin dudarlo, abrieron fuego en contra de las víctimas, quienes cayeron heridas al piso.
Los ladrones aprovecharon para robarles y luego huir. Luego, se observa que uno de los heridos se levanta, al parecer para ir a pedir ayudar.
Según las indagaciones, Cedeño y Torres murieron al instante. Mientras que Betancourt fue llevado al Hospital Divina Providencia para que intentaran salvarle la vida. Sin embargo, la madrugada de ayer se confirmó su deceso.
Dejaron un papel
El caso pronto se conoció en Shushufindi. Olivero recibió una llamada del resto de sus compañeros y enseguida se organizaron para sacar los cuerpos de la morgue y llevarlos hasta el cantón sucumbiense.
“Todos eran casados y dejan a niños en la orfandad”, lamentó el dirigente, mientras aguardaba el arribo de los cadáveres de los tiroteados, la mañana de ayer.
Para hoy estaba previsto el sepelio de los tres palmicultores. Según la policía, cerca de los cuerpos quedó un papel en el que se leía: “Por sapo y por traicionar a la mafia”. Esto será indagado.