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Varias familias tuvieron que resguardarse durante horas sobre los techos de sus casas, con el riesgo de ser artastrados por la correntada.Cortesía

Esmeraldas: Los dramáticos relatos de familias que se salvaron de ahogarse subiendo a los techos

Familias del barrio 50 Casas pasaron toda la noche despiertas, tratando de salvar sus pertenencias. Hay cientos de personas refugiadas en albergues

Su casa de una planta había quedado bajo el agua y si no trepaban el techo de la vivienda de sus vecinos, doña Eugenia Lastra y su familia hubieran sido arrastrados por la correntada del río Teaone, en Esmeraldas, que se desbordó después de 12 horas de lluvias el pasado domingo 4 de junio de 2023. El drama de ese momento aún se mantiene en la mente de la mujer, de 70 años, que da gracias a Dios por estar viva. 

(Te invitamos a leer: Esmeraldas: El barrio 50 Casas se asemeja a una zona de guerra)

Y es que Eugenia Lastra no puede contener las lágrimas cada vez que recuerda el dramático momento que vivió junto a sus dos hijas y una nieta, cuando de forma repentina creció el río Teaone e inundó completamente su casita ubicada en el barrio 50 casas, en el sur de Esmeraldas.

La crecida del río acabó con la pequeña tiendita que tenía y que le permitía ganarse unos centavitos para subsistir, pero lo peor fue que estuvieron al borde de la muerte. Esta humilde mujer lo perdió todo. Se quedó solo con la ropita que llevaba puesta en el momento que ocurrió la tragedia.

Ella no tuvo tiempo de sacar nada porque el nivel del agua creció inesperadamente a eso de las 10:30 del domingo. “No pude sacar ni siquiera un interior, tengo 19 años viviendo en este barrio y es la primera vez que nos ocurre esto. Perdí electrodomésticos, cama, colchón, ropa, televisor". 

Eugenia se quejó y dijo sentir "impotencia, porque todo lo conseguí con esfuerzo y trabajo y lo perdí todo en media hora”. Ella es una de las 206 personas damnificadas que se encuentran albergadas en la Unidad Educativa Alfonso Quiñónez George

2.000viviendas fueron afectadas en 12 parroquias de los cantones Atacames, Esmeraldas, Muisne y Quinindé, tras el desbordamiento de seis ríos.

En el albergue donde se encuentra doña Eugenia pasaron la noche 51 familias: 94 adultos, 81 niños, 16 adolescentes, 9 adultos mayores, 2 embarazadas y cuatro personas con discapacidad, según el reporte de la Secretaría de Gestión de Riesgos.

Los niños y adultos reciben alimentación y ayuda en los albergues donde se encuentran.Cortesía
  • Casi no lo cuenta

Doña Eugenia, dos hijas y su nieta se salvaron de morir ahogadas porque un grupo de vecinos las ayudaron a subirse al techo de una casa cercana a la suya. Allí estuvieron aproximadamente tres horas, hasta que rescatistas llegaron en una canoa y las pusieron a buen recaudo. 

“Si me lanzaba al agua no iba a vivir para contarlo porque la corriente era muy fuerte, el agua entró y arrasó con lo que encontraba”, relata Eugenia, mientras se toma un vaso de chocolate caliente y come un sánduche que almas caritativas llevaron la mañana de ayer al albergue donde se encontraba.

Una de las hijas de doña Eugenia que igual que ella vivía en el barrio 50 casas también quedó en la calle, ya que su vivienda de caña de Hogar de Cristo en la que vivía fue arrastrada por la corriente.

  • Ocho horas sobre el techo

Miriam Esteves, de 34 años y madre de cuatro pequeños, también tenía su casita en el barrio 50 casas, donde vivía desde hace 11 años, pero quedó en la calle, solo con la ropa que llevaba puesta. 

Ella también puso a salvó su vida y la de sus hijas encima del techo de una casa de un vecino, porque la suya quedó completamente cubierta por el agua. Ellas y sus hijos estuvieron unas ocho horas encima del techo, sin comer, mojadas y con frío, esperando ser rescatadas. Pero como nadie llegó a auxiliarlas tuvieron que esperar a que baje el nivel del agua para ponerse a buen recaudo.

El presidente Guillermio Lasso informó este lunes 5 de junio de 2023, que el número de rescatados en Esmeraldas es de 1.467 y que alrededor de 700 personas están en albergues.

“Mi esposo alcanzó a sacar a los bebes y en su desesperación por salir rápido se le soltó la niña de 11 años, gracias a Dios alcanzó a agarrarla del pelo porque se la estaba llevando la corriente. Del susto pasó toda la noche con fiebre y escalofrío”, contó esta joven mujer, a quien encontramos en el albergue recibiendo un vaso de chocolate y un sánduche para llevárselo a su esposo, quien estaba sacando el lodo de la casa y tratando de recuperar alguno de sus bienes. 

El agua bajó y el lunes 5 de junio de 2023 ya se mostraba todo el estrago causado por las inundaciones.Cortesía

Miriam Martínez, de 55 años, también se refugió en el techo de una casa de dos pisos de un vecino porque la suya quedó completamente cubierta por el agua. Ella prefirió eso a arriesgarse a salir en las lanchas de los rescatistas, puesto que hubo algunas que naufragaron debido a la fuerte corriente.

“La gente tenía miedo mandar a sus hijos porque una lancha se hundió, era desesperante, no sabíamos qué hacer”, relató esta mujer que se encuentra albergada en un aula de la Unidad Educativa Camilo Borja, ubicada en el sur de Esmeraldas, y que es el refugio de 164 personas de 43 familias en total.

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