La ciudad de Esmeraldas, ubicada en la provincia de la frontera norte de Ecuador, vive una nueva emergencia tras soportar una fuerte lluvia que duró más de 12 horas y que provocó inundaciones, deslizamientos, derrumbes y caos vehicular en varios sectores de la urbe, especialmente en el sector sur.

Según información preliminar proporcionada por el Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas, aproximadamente unas 300 familias han resultado afectadas por el desbordamiento de los ríos Teaone y Esmeraldas, que han arrasado con viviendas, cultivos, animales y enseres.

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En el sector Gatazo, uno de los más golpeados por la creciente del río Teaone, el miedo se apoderó de los habitantes, que recordaron con angustia la tragedia del 4 de junio de 2023, cuando el mismo afluente se desbordó y dejó decenas de muertos y desaparecidos. “No hemos podido dormir, estamos asustados, el agua nos llega hasta la cintura, hemos perdido todo”, relató María García, una de las damnificadas.

En la vía de Aire Libre, en el sector del Club Unión, la situación no es menos dramática. El agua y el lodo cubrieron la carretera, impidiendo el paso de vehículos y peatones. En el sitio, un automóvil quedó atrapado desde la madrugada, sin que se conozca el estado de sus ocupantes.

Uno de los casos más graves de deslizamiento de masas, como lo advirtió el Inamhi, se registró en el barrio Chone, donde un derrumbe afectó a varias viviendas, dejando a sus habitantes bajo los escombros. Los bomberos y los vecinos trabajan a contra reloj para rescatar a los posibles sobrevivientes.

Ni la escuelita se salva

La unidad educativa Jaime Hurtado, ubicada en el centro de la ciudad, también sufrió las consecuencias de la lluvia. El agua ingresó a las aulas, los laboratorios, la biblioteca y la cancha deportiva, echando a perder todos los enseres.

No obstante, el riesgo no ha acabado. La alerta se mantiene para sectores como 50 Casas, Tolita 1, Propicia y demás barrios cercanos y aledaños al río que atraviesa el cantón Esmeraldas. Hasta el cierre de esta edición, se conoció que el pico más alto estimado sería a las 14:00, cuando la marea se encontrara alta.

“Esto es una vergüenza, pagamos impuestos, servicios, y no tenemos una respuesta adecuada, las autoridades deben dar la cara y solucionar este problema”, reclamó Jorge Cedeño, un residente del sector Tolita 1.

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