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¡A escondidas se llevaron a la Virgen de El Cisne hasta Loja!
Traslado de la Churonita se hará la madrugada de este viernes, para evitar aglomeraciones. No habrá procesión, pero irá custodiada por 300 personas.
Ya no está en el templo, pero aún son cientos las personas que cada día llegan a visitar y orarle a la Virgen de El Cisne en su casa. La aglomeración de personas que se registró el fin de semana pasado, obligó a las autoridades eclesiásticas a sacar ‘tapiñada’ a la imagen religiosa hacia Loja.
El aforo permitido será de 300 personas y en las afueras habrá vallas de seguridad, explicó el padre Willian Arteaga, párroco del Sagrario.
Los ujieres (porteros) no permitirán el ingreso de las personas que no usen mascarilla a la iglesia, y quienes no cumplan con el distanciamiento y las medidas de bioseguridad serán retirados de la iglesia.
Además, las ceremonias religiosas serán transmitidas por redes sociales y cuatro sacerdotes estarán confesando en el parque central.
Pena en Catamayo
Al ver que la ‘Madre de los lojanos’ no llegaría ni pernoctaría en su ciudad las dos noches que suele pasar cada año, los habitantes de Catamayo solicitaron al Comité de Operaciones Emergentes (COE) provincial y a la diócesis que les permitieran trasladar en procesión una réplica de la Virgen del Cisne y tener una ceremonia religiosa en el parque, con los protocolos de seguridad.
“La fe y confianza en ella es grande, por eso es necesario que su presencia se refleje en cada uno de los catamayenses”, dijo Sheila Castillo, moradora de Catamayo.
Mientras que en la basílica de El Cisne, por estos días sin la imagen, para ingresar los fieles católicos deben cumplir con el aforo permitido: de 1.500 personas que se permiten normalmente, ahora bajó a solo 300.
Durante el día se oficializan seis ceremonias religiosas: empiezan a las seis de la mañana y culminan a las 19 horas.