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Un joven habría enloquecido y colgó de una viga a Rabito, el perro de su familia
El sospechoso del crimen en Azoguez tendría el síndrome de abstinencia. El cachorro tenía siete meses de nacido
La escena era tétrica. La mañana del domingo 26 de julio, Rabito, un perro de siete meses de nacido, colgaba de una viga con una soga amarrada a su cuello. Ocurrió en las calles Oriente e Ingapirca, en el norte de Azogues, provincia de Cañar.
El coronel Ángel Zapata, comandante de la Zona 6 de Policía, explicó que según información del dueño de la vivienda donde fue encontrada la mascota, el ahorcamiento de la mascota lo habría cometido su hijo.
“Un vecino, al escuchar los quejidos del animalito, salió a ver y enseguida alertó a la Central de Emergencia ECU-911. Al llegar corroboramos que el perrito estaba suspendido de un palo, en la terraza de una casa. El animalito aún estaba con vida, sin embargo falleció a los pocos minutos de bajarlo. Los moradores estaban indignados”, contó Zapata.
"Estaba coo loco"
El padre del joven relató a la Policía que luego del suceso con el cachorro, salió de casa para pedir ayuda, porque su hijo, quien es consumidor de drogas, "estaba como loco" y había comenzado a tirar las cosas al piso para destruirlas.
“El progenitor nos dijo que desde temprano el chico estaba agresivo y que destruyó varias pertenencias de su habitación. El muchacho, según lo manifestado por su padre, consume drogas y se encuentra en una etapa de abstinencia. El señor aseguró que fue quien suspendió al perrito”, agregó el jefe policial.
Explicó que el delito cometido es una falta y que por eso el fiscal Felipe Hidalgo dispuso que al presunto causante de la muerte del animal se le elabore un parte policial. “Por su estado, el joven fue llevado hasta un centro de rehabilitación para personas con problemas de adicción en Cuenca, pero tendrá que presentarse cuando la Fiscalía lo disponga”, sostuvo Zapata.