Verónica Solórzano perdió su tranquilidad cuando vivió sola durante 3 meses en un departamento en la ciudadela Miraflores, al norte de Guayaquil. Al caer la noche empezaba la actividad paranormal: escuchaba una voz grave decir su nombre, le movían los objetos y sentía que la espiaban.

Pero lo más terrorífico, según su relato, era en el momento que dormía porque tenía pesadillas, en las cuales se le aparecía un alma con el aspecto de un hombre, que vestía una túnica con capucha color negro y se la quería llevar a la fuerza.

La cuencana, de 26 años, llegó Guayaquil en 2015 para estudiar la universidad. Vivió con dos amigas en el centro. Pero tras conseguir su título universitario a inicios de 2022 se mudó a un nuevo apartamento. Creyó que había llegado a un lugar tranquilo, sin embargo, este se convirtió en un escenario de hechos raros.

“Era muy extraño todo. De día era tranquilo, pero a partir de las siete de la noche escuchaba esa voz repitiendo mi nombre, se oía a lo lejos, pero sí la identificaba. También los objetos se caían, cualquier cosa que estaba a mi lado se iba al piso, sobre todo los adornos de vidrio. Y sentía que me miraban a cada rato”, recordó.

En el primer mes, ella no le tomó importancia. Pues consideraba que las cosas se caían por el viento y la voz era de algún vecino. Pero el miedo de Verónica aumentó cuando se despertó con golpes y moretones en sus brazos y piernas.

“Un día desperté con las marcas de unas manos en mis antebrazos y esa madrugada había soñado que ese espectro me jalaba con fuerza de mis brazos para llevarme, no sé dónde me quería llevar, pero recuerdo que me decía: ‘ven conmigo, ven conmigo’. Esto se empezó a repetir todas las noches y cada vez me despertaba con más marcas”, contó.

- La miraba por todas partes

Cuando Verónica tenía estas pesadillas, una vez que despertaba, hacía todo lo posible para no volver a dormir. Tanto así que, sin importar la hora de la noche, realizaba ejercicios para distraerse. Pero no funcionó.

“Las cosas empeoraron, como ya me obligaba a no dormir, ese espectro se me empezó a aparecer. Se quedaba mirándome y desde cualquier lugar veía que se asomaba. Y en las pocas noches que podía dormir, cuando despertaba, tenía los moretones y los golpes más grandes. Una vez ya ni pude mover los brazos ni las piernas del dolor, me quedé acostada todo el día en mi cama”, acotó.

Estos acontecimientos la empujaron a buscar una curandera, quien le indicó que un alma maligna la molestaba. Debido a esto, se cambió de casa, donde no ha vuelto a pasar por hechos paranormales, pero en ocasiones tiene pesadillas con ese espectro.

- Almas buscan adueñarse de los cuerpos

Rafaela Álvarez, especialista en hechos paranormales, explicó que existen almas malignas que por las noches buscan a personas para adueñarse de su cuerpo. Las atormentan al punto de que las llevan a una muerte súbita.

“Los espectros que solo salen de noche son malignos, son los más peligrosos. Son almas que no tienen una forma, no tienen el aspecto de nada, son como unas nubes, por eso buscan a personas para apoderarse de ese cuerpo. Incluso, pueden hacer daño físico. Estas buscan su objetivo asustando a las personas”, destacó la especialista.

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