Patricia Romero fue a recoger la ropa y, según ella, vio un objeto volador no identificado (ovni) desplazándose en el cielo nocturno de Quito.

Ocurrió hace seis meses. Eran las 22:00. Ella salió con su sobrino a la terraza de su domicilio, ubicado en el sector Quito Norte. Al principio observó una luz parpadeando en el horizonte –por un bosque del suroriente de la ciudad– y pensó que era un avión.

No le prestó mucha atención y continuó con su actividad. Segundos después, su sobrino le señaló en el mismo lugar. ¡La luz parpadeante seguía ahí!

Romero lo describió como un destello blanco titilante. Luego otras cuatro luces aparecieron a su alrededor. Agarró la mano del niño y la apretó. Estos destellos también eran blancos, pero cambiaban a tonos azules.

De pronto empezaron a moverse en círculos y se acercaban hacia ellos. Prefirieron entrar a la casa. Desde entonces, ella y su sobrino se volvieron más sensibles a este tipo de supuestos fenómenos y los han experimentado con más frecuencia. Y no solo en esa dirección.

Patricia ha visto las luces parpadeantes por las Antenas del cerro Pichincha, al noroccidente, y por la Mitad del Mundo, mientras que el pequeño las ha presenciado cuando sale a jugar fútbol con sus amigos de barrio, a dos cuadras, en el parque Inglés.

Los destellos se apagan y se prenden, se mueven de arriba abajo. Desaparecen.

Al presenciar esto, Romero se interesó por la ufología. Consume documentales sobre avistamientos de naves, lee libros sobre estos objetos, comparte en grupos de Facebook y luego de tanta indagación asegura que lo que presencia en el cielo de la ‘carita de Dios’ se trataría de naves espaciales “que vienen a recargar energía o explorar”.

Ella cree que hay vida inteligente en otras partes del universo y dice que si existieran los extraterrestres, le interesaría conocer por qué frecuentan la Tierra. También le enseña a su sobrino sobre el tema porque el pequeño la mayoría de veces que ha presenciado a estos fenómenos aéreos no identificados sus amigos no los ven.

Videntes de ovnis

Juvenal Sánchez, presidente de la Comisión Ufológica del Ecuador, aclara que no todo lo que brilla en el cielo por las noches puede tratarse de una nave espacial. Según él, puede ser una alteración meteorológica o un simple dron. “Las naves espaciales, con la tecnología que tienen no necesitarían de luces para su navegación”.

Sin embargo, el experto reconoce que en los últimos meses se han registrado algunos eventos con luces en el firmamento de la capital. En todas las direcciones. Pero... “no hay respuestas, solo preguntas”.

El ufólogo cree que Patricia Romero y su sobrino pueden ser más sensibles que otras personas ante este tipo de ‘apariciones’.

El experto explica que hay personas que tienen una ‘frecuencia diferente’ y perciben eventos que vibran a ese nivel, pero en ‘otras realidades’ del universo. “Se habla de una consciencia más elevada”, indica.