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Enigmas: El encadenado y su ruta del terror
El fantasma supuestamente recorre 5 calles hasta llegar a la Plaza 24 de Mayo. Se trataría del alma en pena de un hombre que fue asesinado.
A partir de las 10 de la noche, las luces se apagan en los domicilios y los negocios cierran sus puertas en el sector La Libertad y una parte de San Roque. Tienen miedo. Un supuesto hombre encadenado -aseguran algunos moradores- deambula por las calles a esa hora. Y no es broma.
Carlos Ruiz, vecino, tiene identificado el recorrido del espíritu. Asegura que el espectro aparece de unas gradas que bajan desde La Libertad. Luego camina por la calle Archidona hasta llegar a una casa abandonada, en la cual se queda quieto por un momento.
Según el morador, desde el interior de esa propiedad se escuchan gritos, pasos y en ocasiones se han visto sombras. Ruiz no lo ha mirado de frente al fantasma, pero afirma que sí ha escuchado las cadenas que acarrea por la vía.
La ruta del encadenado sigue por las calles Macas, Tena, Cantuña y Loja, hasta llegar a la Plaza 24 de Mayo, donde terminaría su recorrido, o por lo menos, en ese sitio los testigos lo han perdido de vista.
Una mujer que habita cerca de la casa abandonada y quien prefiere no identificarse cuenta que llegó hace un año al sector. Ella también ha escuchado el arrastre en la madrugada y le suma otro escalofriante dato: en la casa donde ella vive existiría el espectro de un niño. “Mi hija y otro vecino de la propiedad lo han escuchado gritar”.
Un cuidador de vehículos que trabaja por la zona dice que el barrio tiene malas energías y que sus padres también le contaron sobre el encadenado. “Decían que era un señor que fue asesinado en la cima de La Libertad”.
Atado a nuestro mundo
Ricardo Mera, experto en temas paranormales, explica que este caso se trataría de una ánima sola. Es decir, del espíritu de una persona que murió de una forma violenta y horrible. “Ellos quedan atados al mundo terrenal repitiendo lo que hacían antes de morir”.
Estos espectros son peligrosos y pueden hacer daño, advierte Mera. Además, este tipo de entidades suelen arrastrar cadenas, golpear paredes y llorar para expresar que su alma está en pena.
Para darle una solución, el experto recomienda la realización de trabajos de reconstrucción en la zona para que la energía deje de ser negativa. Posteriormente, un ritual de protección espiritual para enviar a la entidad al ‘mundo de los muertos’.