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Le entraron a bala por no permitir que ingrese mercadería robada al mercado Caraguay
La víctima era un empleado municipal que llevaba 20 años custodiando el área de cuartos fríos de ese centro de abastecimiento de víveres
Negarse a cometer una actividad ilícita probablemente fue la causa por la c ual Raúl Alberto Mazzini Zapata recibió cinco ‘pepazos’ que acabaron con su vida.
El crimen del guayaquileño de 61 años ocurrió la tarde del miércoles 11 de agosto de 2021, en el mismo espacio donde por más de dos décadas laboró como administrador de los cuartos fríos para mariscos, del Mercado Caraguay, al sur de Guayaquil.
El sicario, quien según testigos vestía un pantalón café y chompa negra, ingresó caminando por el área de venta de cangrejos se acercó a su ‘blanco’ y a menos de dos metros de distancia le disparó.
“El primer tiro lo falló, luego le dio un disparo en la cabeza y finalmente cuatro en el tórax”, reveló una comerciante del lugar.
La mujer mencionó que una vez cometido el asesinato, el malhechor, empuñando el arma en su mano derecha corrió por el espacio donde venden pescado hasta que finalmente llegó a la garita principal, se subió en la motocicleta donde lo esperaba un cómplice y huyó.
La noche en que quedó 'sentenciado'
El teniente coronel Manuel Vallejo, jefe subrogante del distrito Sur, manifestó que según versión de comerciantes, la noche anterior al asesinato, intentaron ingresar mercadería robada al espacio que era custodiado por Mazzini.
“El señor le había comentado a sus compañeros que ‘piratas’ que se dedican a robar a los pescadores en el Golfo de Guayaquil quisieron guarda mercadería robada y que él no lo iba a permitir, seguramente por eso mataron”, dijo el jefe policial.
La víctima era una persona correcta, no tenía antecedentes, problemas, ni deudas con nadie”.Teniente coronel Manuel Vallejo
Agregó, que aunque, al parecer Raúl Alberto no había recibido amenazas de muerte, los delincuentes contrataron a un sicario para acabar con su vida.
La mañana de ayer, compañeros de trabajo de la víctima corroboraron la versión dada a este Diario por el jefe del distrito Sur, en cuanto a las posibles causas que habrían motivado el crimen del trabajador municipal.
“Este lugar está lleno de drogadictos y ‘piratas’. Debería existir una ley que no permita que se ingrese mariscos robados. Mi amigo no se dejó convencer, él era una persona honrada y por eso lo mataron”, aseguró Miguel, un vendedor, quien no quiso dar su apellido por temor a represalias.
Otro comerciante mencionó que no es la primera vez que personas que custodian el área de cuartos fríos son amenazados por delincuentes que se dedican a robar mariscos. (AEB)