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En un costal se halló ropa de niña.Daniel Vite / EXTRA

El Empalme: Todos buscan a Lupita, una niña de dos años

Desde el 18 de julio desapareció. Su madre y abuela se sienten culpables por haberla dejado al cuidado de un tío y un primo, quienes alegan haberse dormido.

Desde el pasado 18 de julio los padres de Lupita no han parado de llorar ni de buscarla. La menor de dos años de edad desapareció en el recinto El Topadero de la parroquia El Rosario, del cantón El Empalme.

Por su ausencia, su madre y su abuela viven momentos de angustia y se sienten culpables de haber dejado a la niña bajo el cuidado de un primo y un tío. Ambos alegaron quedarse dormidos y fueron trasladados a la Unidad Judicial de El Empalme para rendir declaraciones de manera voluntaria.

Este sábado, 24 de julio, se efectuó el primer día de búsqueda de Lupita en el río que está a diez minutos de su casa, pero no se obtuvieron los resultados esperados.

Las labores iniciaron cerca de las 14:00 y finalizaron pasadas las 16:30. Personal del Grupos de Operaciones Especiales (GOE) de Quevedo y del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de Guayaquil, arribaron hasta el recinto antes mencionado.

Dos buzos se sumergieron en las aguas del río del Daule, pero no encontraron nada. Mientras que, desde la orilla, vecinos y moradores revisaron la maleza, no hallaron evidencias.

De regreso a la vivienda de Lupita, los agentes hallaron en el monte un costal, al vaciarlo aparecieron varias prendas de vestir de la infante, que fue vista por última vez cerca de las 14:00 del lunes 18 de julio del 2022.

A orillas del río Daule se hizo otra búsqueda. Decenas de personas se sumaron a esta labor.Daniel Vite / EXTRA

El padre de la niña indicó que efectivamente él botó la basura, pero desconocía sobre lo que contenía. Las supuestas evidencias se regresaron a la vivienda de la familia de Lupita, allí la madre y abuela expresaron que esa vestimenta ya tenía tiempo sin usarse, y otra parte estaba sucia.

Decenas de personas buscaban en caballos, motos y también caminaban.

Los progenitores de Lupita no se encontraban esa fatídica tarde de su desaparición, su padre estaba en Pichincha (Manabí), la mamá había salido a estudiar al recinto Pedro Vélez Morán, mientras que la abuela se encontraba trabajando.