La Mariscal es uno de los sectores turísticos más concurridos de Quito. Está ubicado en el centro norte de la ciudad, cuenta con medio centenar de hoteles, grandes y pequeños, centros comerciales, bares, discotecas, incluso, la popular Plaza Foch. 

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Por ese motivo, es habitual ver una gran cantidad de personas que llegan y caminan por este emblemático barrio capitalino, pero la experiencia para los transeúntes no es tan agradable, pues en ciertas intersecciones corren el riesgo de sufrir una caída y hasta lesiones, porque hay algunos conductores que irrespetan los pasos cebra y los semáforos.

EXTRA hizo un recorrido el lunes 4 de marzo de 2024 y, además de constatar esta situación, dialogó con ciudadanos que expresan su opinión y hacen un pedido a los encargados de la gestión del tránsito, como la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) y el Municipio de Quito. 

Durante la caminata, bastaron pocos minutos para ver cómo algunos conductores de buses, pese a que no se deben bloquear las intersecciones, detenían sus unidades en los cruces peatonales y otros, quienes en cambio sí cedían el paso, aceleraban sus unidades para presionar a los citadinos a apresurar su paso.

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También hubo vehículos particulares que, pese al riesgo de detenerse en medio de una intersección, paraban a dejar o recoger pasajeros, mientras que en la esquina de las avenidas Patria y 10 de Agosto, junto al puente del Guambra, un taxista cruzó como si nada la luz roja. EXTRA lo captó.

Germania Rosales, quien esperaba en la intersección de la avenida Amazonas y 18 de Septiembre, sostiene que tanto el peatón como los conductores deben respetar las leyes de tránsito y las señales. Por eso, considera que los transeúntes deben ir por los pasos peatonales, siempre con prudencia, pero lamenta que en ocasiones los choferes no hagan caso a las señales. “Tienen que respetar el paso cebra para que podamos pasar”, pide la lugareña.

Con ella coincide Betty Marmol, quien estaba atenta del semáforo de las avenidas Patria y Amazonas, para cruzar hacia el parque El Ejido, y añade que específicamente en ese lugar, los conductores -al ver el semáforo en verde también para ellos- giran rápidamente, pese a que los peatones también pueden seguir cruzando. “Es complicado. Aquí sí hay que tomar precauciones de los autos que cruzan”, enfatiza la ciudadana.

En algunos tramos, cuando los vehículos quedan acumulados en las intersecciones, los transeúntes deben zigzaguear para poder cruzar de un lado a otro. Eso pone en riesgo a personas adultas mayores que normalmente tienen la dificultad de pasar, menciona Byron Valencia, un joven que caminaba por la avenida 10 de Agosto. 

Para él, debería haber alguna campaña para que los conductores consideren y no olviden que los peatones deben ser respetados, al igual que las señales de tránsito y que, luego de eso, si la situación no mejora, empezar a sancionar.

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