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Psicología
Lo positivo y negativo de la política en nuestras emociones
Esta ciencia repercute en nuestras emociones. Por lo general las que más se manifiestan es la ira, alegría y miedo. El cerebro no sufraga de manera racional
Ecuador está en plena campaña electoral para escoger el próximo 11 de abril al nuevo presidente de la república. Independientemente de ello, la política, la ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, es esencial en la vida de los ciudadanos. Es el arte de vinculación entre los miembros de una determinada colectividad. Por algo Aristóteles llamó al ser humano ‘animal político o civil’.
Esta ciencia o arte influye en las emociones de la gente de manera positiva y negativa. El experto en Neuromarketing, Eduardo Reinoso, explica que hay siete tipos de emociones básicas, pero normalmente en política juegan tres: la ira, la alegría y el miedo.
“Es que en la política hay tres tipos de campaña, la positiva, la negativa y la sucia. En la primera se construye la imagen de tu propio candidato y genera alegría, quiere crear conexión con el electorado, que la gente se identifique contigo”, señala el especialista.
Asimismo explica que en la segunda se dicen cosas negativas del otro, que son verdad. “Tratas de generar niveles de miedo para que no se vote por el otro candidato. En la tercera, el nivel de ira lo encuentras en las campañas de difamación, aquellas cosas que no son verdad, pero que a la vez son destructivas y van enfocadas a deslegitimar a la otra persona. Lo que se busca es detonar altos niveles de ira. Que desprecies a la otra persona para que por medio de ese odio terminen votando por ti, no porque te aman, sino porque detestan al otro”, finaliza Reinoso.
El primer factor que nos indicará cómo nos afecta psicológicamente la política será el grado de implicación de la persona y el nivel de aceptación por el candidato, manifiesta el psicólogo Samuel Merlano.
Para el experto en salud mental las emociones que se sienten en la política son muy parecidas a un partido de fútbol. “Las personas tienen su equipo, el cual apoyan y si este pierde el dolor es grande, como una goleada 5 a 0, en el cual la persona siente bastante malestar emocional y puede caer en depresión, ansiedad, angustia e incertidumbre y muchas emociones negativas le van a acompañar. Pero si gana va a hacer fiesta, algarabía, bailes, ruidos, pitar con su carro por toda la ciudad, mostrando su emoción por la victoria. La duración de estos estados varía, pero puede ser una semana, 15 días”, dice Merlano.
El cerebro y la política
En tema de practicidad al cerebro se lo divide en tres partes: la neocorteza, que es el área racional; la límbica que es la emocional; y la reptil que es impulsiva, de supervivencia. “Los temas políticos se dan más en la parte límbica y reptil”, asevera Merlano.
Las propagandas políticas generan emociones, buscando capturar a las personas indecisas que todavía no tiene muy claro por quién van a sufragar. Pensar que la gente vota racionalmente es falso, que usa su lógica es falso. El límbico que se emplea es un 38% y el reptil un 50% y el 12% restante es el racional, que es mínimo”, finaliza el psicólogo.