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Judicial

Criminalística realiza una reconstrucción tridimensional del asesinato del presentador, por pedido de la Fiscalía.Archivo

Crimen de Efraín Ruales se reconstruirá en 3D

No existen detenidos por la muerte del presentador. Hasta el momento, alias Casquete está procesado por el robo del vehículo usado por los criminales.

Las escenas correrán de la forma más parecida a la realidad. Habrá vehículos, postes, calles y personajes con dimensiones exactas, con base a la información forense recabada. El objetivo: reconstruir un crimen que, para los investigadores, no pudo ser perfecto.

Se trata de una reconstrucción virtual de los hechos, en la que no solo se podrá tener una recreación del asesinato del presentador Efraín Alberto Ruales Ríos, de 36 años, sino que también se podrá desplazar todo objeto, o incluso a la víctima, en cualquier ángulo.

Esto es porque un equipo especializado de Criminalística trabaja en una escenificación tridimensional de lo acontecido la mañana del pasado 27 de enero, cuando el también actor fue asesinado en la avenida Guillermo Cubillo Renella, cerca de la Juan Tanca Marengo, tras salir de un gimnasio de la ciudadela Mirador del Norte, en Guayaquil.

Los investigadores forenses debían realizar un nuevo reconocimiento para complementar el banco de imágenes con el que cuentan para la recreación virtual.

En el último recorrido de la víctima, de aproximadamente 1,5 kilómetros, los agentes detectaron por lo menos 16 cámaras que pudieron haber captado el crimen. Sin embargo, la información se tornará precisa luego de la reconstrucción en 3D.

Patricio Mosquera, posproductor de Animación 2D y 3D, explica que una vez que una escena es llevada con precisión a un video interactivo, no solo sirve para que esta pueda ser vista, sino también analizada, pues se pueden obtener más detalles.

Para el experto, de esta forma se puede establecer con exactitud desde qué lugares pudo ser observado o grabado el crimen. Así, los peritos podrían regresar al sitio del suceso y encontrar nuevos indicios o testigos que aportarán nuevos datos a la investigación.

El caso, por asesinato, está todavía en fase de investigación previa, considerada de reserva.

Esta pericia tecnológica ya fue solicitada por el fiscal a cargo del caso, Víctor González Delgado, quien ha sido consultado por EXTRA para conocer avances de la indagación, pero él ha respondido que, por ahora, todo se mantiene bajo reserva.

Tampoco ha confirmado si ya dio versión el actor venezolano Miguel Ángel Tovar, detenido el día anterior del crimen de Ruales, y procesado la misma mañana, por tráfico de sustancias estupefacientes.

Al extranjero lo aprehendieron en el parqueadero de un centro comercial de Samborondón y luego le allanaron su domicilio, en el que se encontró marihuana. Durante la diligencia, recibió una medida cautelar de presentarse ante un fiscal cada viernes y la prohibición de salida del país.

Hasta el momento se desconoce qué habría motivado al Ministerio Público a pedir su declaración.

Algo que también trascendió fue que Alexis Paúl Casquete Villamar, alias Casquete, ya rindió una versión libre y voluntaria por la muerte de Ruales, pero tampoco se han hecho públicos estos detalles.

Casquete, quien fue señalado como sospechoso del asesinato por el ministro de Gobierno, Patricio Pazmiño, no se encuentra procesado por este delito, sino por el robo del vehículo utilizado por los criminales para disparar a Ruales.

Si Casquete aportó con información del crimen a la Fiscalía, también servirá para la reconstrucción tridimensional, pues de esta se pueden obtener datos importantes.

Mosquera menciona que todo detalle es relevante para hacer una recreación fidedigna, desde la medición de una vereda o un poste, hasta los aportes de un testigo.

Él toma como referencia al fútbol y describe que, al igual que una jugada que es llevada a la virtualidad de inmediato, para analizar si hubo un gol, un fuera de juego o una falta, ocurre con las reconstrucciones tridimensionales que hacen los investigadores, porque en la práctica serían similares.

Con esta pericia, los investigadores aclararán detalles que sin la tecnología sería difícil establecer.Cortesía

Precedente

Un caso en el que la recreación de los hechos en 3D permitió una sentencia de pena máxima bajo nuestra legislación (40 años), fue el de las argentinas María José Coni y Marina Menegazzo, quienes fueron agredidas sexualmente y asesinadas entre el 25 y 28 de febrero de 2016, en Montañita, provincia de Santa Elena.

Uno de los fiscales del caso, César Peña Morán, recuerda que mediante esa reconstrucción pudieron demostrar, paso a paso, la actuación de los dos procesados, Segundo Mina y Aurelio Rodríguez.

En esa investigación, actuaron peritos de Guayaquil y Quito, pero fue necesaria la intervención de especialistas de Bogotá, quienes viajaron desde Colombia para reforzar la obtención de información y la elaboración del video interactivo.

Le ‘sacan el jugo’ al teléfono

Tras el asesinato de Ruales, una de las premisas de los investigadores era inspeccionar su teléfono celular, para conocer si alguien lo había llamado o escrito para amenazarlo, y además buscar otros indicios que les permitieran trazar una línea de investigación.

Sin embargo, los agentes no tuvieron el aparato en sus manos hasta la noche. No obstante, eso no sería un problema, porque el Laboratorio de Criminalística cuenta con un software que permite recuperar información que haya sido borrada, incluso desde el primer uso del teléfono.

Y en referencia a este dispositivo electrónico, al día siguiente del crimen, después de que culminara la flagrancia, en redes sociales circuló información que se refería a detalles del teléfono y de lo que se habría encontrado en las aplicaciones. Sin embargo, no siempre tienen razón los ‘peritos virtuales’.

En un tema anterior, EXTRA entrevistó al capitán Efraín Argüello, de Criminalística, para conocer cómo se manipulan los teléfonos decomisados en una escena.

El oficial explicó que el tratamiento es riguroso y que no cualquiera puede tocar el celular ni acceder a la información que se obtiene de este, porque sería una violación a la cadena de custodia.

Para ejecutar un primer análisis se utiliza una especie de cajón, denominado ‘caja de Faraday’, un aparato que aísla de cualquier red al dispositivo y cuenta con dos orificios para que el perito pueda introducir sus manos a unos guantes incorporados en el equipo.

Así se ejecuta el primer análisis, que es prácticamente visual, pero evita que alguien pueda acceder externamente al sistema. Antes de eso, el celular no es manipulado.

Además, antes de retirarlo de la caja, el teléfono es colocado en modo avión o fuera de línea y también se le desactivan las conexiones remotas, en caso de tenerlas.

Es después de eso que pasan a una computadora que tiene instalado un software forense, que extrae toda la información del teléfono, incluso la que haya sido borrada. Ese proceso puede tomar pocos minutos o hasta más de 24 horas, según los datos que se deban recuperar.

Después de eso, el teléfono es embalado, clasificado como evidencia y no vuelve a ser tocado por los investigadores, pues toda la información ya ha sido respaldada en el aparato.

Para revisar esa información, los peritos deben recibir una orden por parte de la Fiscalía. En el caso de Ruales, el fiscal Víctor González dispuso el análisis de la información luego de que el caso cayera en sus manos, luego de la flagrancia.