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Ecuatoriano fue detenido por crimen de italiana de 90 años
Ocurrió en Milán. El sujeto fue atrapado junto a un peruano. Entre los objetos sustraídos se llevaron 40 euros, que utilizaron para comprar cervezas.
Un joven ecuatoriano y un peruano fueron detenidos tras el homicidio de la costurera Fernanda Cocchi, de 90 años, suscitado la tarde del viernes 29 de octubre en el apartamento de la víctima, cerca de la Estación Central de Milán, en el norte de Italia.
Los detalles del hecho fueron conocidos tres días después, con la publicación del diario italiano Corriere della Sera. En este medio de comunicación, a través de sus textos, se muestra el asombro con el que quedaron los investigadores tras establecer cómo actuaron los sospechosos, identificados como Carlos Velasco, de 22 años, y Mario Calero, de 44.
“En las películas los asesinos escapan después del delito, no van a un parque a repartirse un botín de 40 euros (46 dólares) para gastarlo de inmediato en latas de cerveza...”, es uno de los cuestionamientos que se expresa en la nota periodística, porque es lo que hicieron los individuos.
Carlos Velasco, ecuatoriano detenido.
Ellos tampoco cambiaron su vestimenta, a pesar de las manchas de sangre, e intercambiaron mensajes con detalles del asesinato.
Además, con sus documentos originales, intentaron negociar en un local de compra y venta de oro las dos cadenas y un anillo de la perjudicada, que habrían robado junto a dos relojes, dos gafas y el dinero que tras el crimen habían gastado en licor, según reportó el rotativo italiano.
La propuesta
De acuerdo a la publicación del Corriere, el peruano confesó en su primera declaración que, el día anterior al crimen, se contactó con el ecuatoriano para proponerle robar en la casa de una adulta mayor que vivía en el primer piso del condominio en el que él habitaba.
Velasco habría aceptado y recibió la recomendación de llevar guantes, para no dejar huellas.
El hecho
Al mediodía del viernes se encontraron en un parque cercano y empezaron a tomar brandy mezclado con jugo de naranja, mientras esperaban que sean las 14:00, pues a esa hora la víctima abría la puerta de su casa para sacar la basura.
Y así ocurrió. Cuando la señora salió, el ecuatoriano la habría tomado por la espalda para agarrarla del cuello con una mano y con la otra taparle la boca. “Entramos a la casa y cerré la puerta con las llaves que estaban en la cerradura”, relata Calero a los agentes.
En la versión de este último, se señala que Velasco fue quien lanzó al piso a la mujer, quien intentaba reaccionar y pedir ayuda, pero Calero le habría dado dos golpes en el cráneo, con el mango de un cuchillo.
Calero asegura que no tuvo la fuerza para matarla y que por eso lo habría hecho Velasco. Sin embargo, eso se determinará con las investigaciones. En las pericias forenses se precisó que la señora fue asesinada a golpes con una plancha que había en la escena y que, además, tenía heridas de cuchillo en el cuello.
Querían eliminar sus rastros
El peruano Mario Calero no solo responsabilizó del homicidio a Carlos Velasco, sino que también dijo que el ecuatoriano fue quien decidió provocar un incendio en el inmueble de la costurera italiana.
¿Cómo? Encendiendo una camiseta sintética en la cocina. El objetivo: borrar cualquier rastro.
No obstante, dejaron indicios por cada sitio que recorrieron tras el crimen, porque nunca se cambiaron de ropa, fueron a comprar cervezas y, antes de ser detenidos, llegaron aún con manchas de sangre a la tienda en la que pretendían vender algunos objetos robados.