La pandemia de COVID-19 puso un ligero freno al tráfico internacional de drogas en Ecuador. La cifras evidencian que durante el primer semestre de 2020, en comparación con el año pasado, las incautaciones tuvieron un decrecimiento del 21,13 %.

Así lo reflejan las cifras de la Policía Nacional. Este año los investigadores, en el periodo citado, decomisaron 28.065 kilos de droga, mientras que en 2019, en la misma época, fueron confiscados 35.582 kilos. Es decir, 7.517 kilos más.

Un agente encubierto reveló que en números significa un golpe de por lo menos 190 millones de dólares a las arcas del narcotráfico, porque en América Central por cada kilo obtienen al menos 25 mil dólares. Ese valor se incrementa con la distancia, pues en Europa, por el mismo kilo, reciben 65 mil dólares en el puerto de llegada. Y una vez que sale a la calle, el precio se ‘dispara’, asegura el investigador.

Para la Real Academia de la Lengua Española, puerto es un lugar “que por sus características, naturales o artificiales, sirve para que las embarcaciones realicen operaciones de carga y descarga, embarque y desembarco”.

Y en eso se ha convertido el Ecuador para los narcotraficantes, pues desde nuestro país se realizan envíos a través del perfil costanero y desde pistas clandestinas (ver infografía del desplazamiento hacia el exterior).

Según cifras oficiales, a diario se decomisan aproximadamente 133 kilos de droga, pero lo que las autoridades no han podido precisar es cuánta realmente ingresa. Sin embargo, se estima que un tercio de la producción de cocaína de Colombia es transportado a Ecuador para su exportación, de acuerdo con una investigación de InSight Crime, fundación internacional dedicada al estudio del crimen organizado.

La Oficina de la Casa Blanca para las Políticas Nacionales de Control de Drogas estableció en una indagación que, en 2016, el país cafetero produjo 772 toneladas del alcaloide, mientras que al año siguiente alcanzó las 921 toneladas.

InSight Crime hizo una proyección que calculaba que, para 2019, habrían alcanzado una producción de 1.500 toneladas. Es decir 4,11 toneladas al día (4.110 kilos). Eso significa que el tercio que entraría por día a Ecuador equivale a 1.370 kilos.

Al tomar esa cantidad y restar los 133 kilos que en promedio se incautan a diario en Ecuador, sobran 1.237 kilos que lograrían circular por del país.

César Peña Morán, fiscal de Guayas y encargado de un despacho de la Fiscalía de Delincuencia Organizada, Transnacional e Internacional (Fedoti), explica que la lucha contra el narcotráfico es compleja, por la tecnología y la logística con la que cuentan esas organizaciones delictivas.

“Estos grupos buscan centros de acopio que estén en las rutas que llevan a los principales puertos (ver infografía del desplazamiento interno), como los de Manta y Guayaquil”, sostiene el funcionario. Además, menciona que también en el perfil costanero consiguen sitios para embodegar la droga.

“En otros lugares, en cambio, construyen sus propias pistas, de forma clandestina, para enviar el producto en aeronaves ligeras”, acota el operador de justicia.

El transporte

El desplazamiento de la droga desde Colombia se efectúa, en su mayoría, a través de camiones y buses, detalla César Peña.

“La encaletan (guardan en un compartimiento oculto), por ejemplo, en camiones que transportan papas, cebollas o algún otro alimento, con el objetivo de despistar a los policías”, precisa el agente fiscal.

Para detectar el traslado de mercadería ilícita, los investigadores suelen buscar el apoyo de informantes, quienes “dicen en qué tipos de vehículos se está transportando la sustancia y se hacen los respectivos operativos”.

En otras ocasiones, los narcos utilizan vehículos particulares, pero con al menos otro de custodia, lo que llama la atención de los policías en las carreteras. Otra forma de descubrir un traslado de ‘merca’ es a través de las interceptaciones telefónicas o recopilación de información, cuando los policías ya llevan a cabo una indagación previa.

“Estas organizaciones buscan cualquier método para despistar, pero al final se las intercepta, se las procesa y se las judicializa para una sentencia”, explica Peña.

¿Quiénes operan?

En una publicación del pasado 1 de agosto de la revista especializada Seguridad en América, con base en México, se explica quiénes son los encargados de mover la droga en Ecuador.

En primer lugar colocan a los grupos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), que en la frontera se encargarían de custodiar y pasar los estupefacientes a Ecuador.

Otro grupo que hace lo mismo, rivales de las FARC-EP, son las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), según el relato. Luego, se asevera que las negociaciones de la distribución se las reparten entre carteles de droga mexicanos, la mafia italiana, la mafia balcánica y las organizaciones locales, como la del Pablo Escobar ecuatoriano, Washington Prado Álava, alias Gerald, quien envió por lo menos 250 toneladas de droga a Estados Unidos, país en el que se encuentra recluido, pues recibió una sentencia preliminar de 19 años de prisión.

Como conclusión, el informe indica que Ecuador pasó de isla de paz a una plataforma del tráfico internacional de drogas.

Agricultores

Quienes hacen el trabajo de campo para los narcos, perciben poco dinero, pues por cada kilo de hoja fresca de coca reciben 1,1 dólares. Pero estas hojas, al convertirlas en pasta, cuestan 1.011 dólares el kilo, según el portal español Notimérica, de Europa Press.

Una disputa que termina en muerte

La Zona 8, comprendida por los cantones Guayaquil, Samborondón y Durán, en Guayas, es el lugar donde se realizó la mayor cantidad de decomisos de droga en el primer semestre de 2020: 7.229 kilogramos.

Esto es porque Guayaquil es considerada el principal puerto del Ecuador. Eso genera también que diferentes grupos dedicados al tráfico de drogas se disputen esta plaza, para acopiar y enviar el alcaloide, como confirmó el general Víctor Aráus Macías, comandante zonal.

“Son grupos delictivos, organizaciones dedicadas al microtráfico, al narcotráfico, que son las que entre ellos, por la lucha de territorio, por los ajustes de cuentas, terminan asesinándose”, ratifica el jefe policial.