El fentanilo es un opioide sintético cincuenta veces más fuerte que la heroína y ya circula como droga en Ecuador, pero eso es solo el inicio del problema, porque ahora esta sustancia estupefaciente no solo se oferta en la clandestinidad en locales de la Bahía, en Guayaquil, sino también a través de redes sociales, lo que agrava la situación.

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El miércoles 2 de agosto de 2023, EXTRA hizo una búsqueda sencilla a través de la aplicación de ventas de Facebook, con el nombre de este producto, y de inmediato saltaron las ofertas en diferentes presentaciones. La más económica ponía a disposición una ampolla por 5 dólares. También había otra más cara, en parches, que daba en $ 60 la caja de cinco unidades y un combo de tres empaques por $ 170.

¿Conocen las autoridades de este comercio ilícito de estupefacientes? Sí. Lo confirma Germán Toapanta, coordinador general de Vigilancia y Control Posterior, de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa).

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El funcionario detalla que por ese motivo se están preparando campañas para advertir del peligro que trae consigo el fentanilo. Además, sostiene que la entidad realiza “el control de venta por internet (...). La ciudadanía debe saber que toda la venta ilícita de este medicamento se puede dar por medios digitales”, pero “no es una venta regular”.

Toapanta señala que en lo que va del año no se han realizado incautaciones del producto, pese a que han ejecutado algunos operativos, incluso en la Bahía, pero revela que lograron detectar clonazepam, un fármaco que pertenece al grupo de las benzodiacepinas y que es utilizado por delincuentes para someter la voluntad de sus víctimas.

El coordinador reitera que se están haciendo “este tipo de controles en la Bahía y en todos los establecimientos donde se dispensen este tipo de medicamentos”. El servidor añade que en Ecuador no existen laboratorios que produzcan fentanilo, pues las empresas farmacéuticas autorizadas, para el uso médico, lo importan.

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Para el uso ilícito la situación es similar, de acuerdo a información de la Policía Nacional, a la que EXTRA tuvo acceso, pues el fentanilo ingresaría -en su mayoría- desde Colombia, a través de pasos no regulados.

Además, para evitar la fuga del producto de los establecimientos autorizados, Toapanta explica que la Arcsa mantiene una vigilancia permanente de todos los fármacos de riesgo, los cuales solo pueden ser vendidos a alguien que cuente con una “receta especial”, creada únicamente para estos casos.

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Para combatir la venta ilícita pide el apoyo de la ciudadanía e incluso pone a disposición una aplicación (Arcsa Móvil), para que, entre varios servicios, se puedan reportar las ventas irregulares de fentanilo. “Con la información que nos faciliten actuamos de manera conjunta (con tras instituciones) y de manera inmediata”, concluye Toapanta.

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