Una hacienda abandonada se ha convertido en un lugar encantado, donde dicen que el reloj se detiene y duendes y seres mágicos suelen hacer sus travesuras...

El terreno está situado en Capelo, Valle de Los Chillos, cerca de un cuartel militar. Todo está ‘cobijado’ por la maleza. Por ahí se divisan algunas casas destruidas en las que, según los lugareños, se siente un ‘ambiente pesado’.

Daniel Cueva es un morador que suele recorrer en bicicleta los alrededores de la hacienda. Hace un mes, cuando pasaba por allí, percibió que alguien lo veía. Al día siguiente se arriesgó a entrar a la hacienda por un acceso ‘clandestino’, próximo a una quebrada.

Con 24 años, el hombre anduvo por el sitio durante varios minutos y fue testigo, asegura, que en una zona en la que hay bastante vegetación se detuvo el tiempo. “¡Fue como un sentimiento de nostalgia!”.

Todo se silenció. Por un momento, dice él, se sentía solo en este mundo. Las hojas de los árboles no se movían, el viento no soplaba y le pareció una experiencia única.

Por eso averiguó entre los moradores más antiguos del sector sobre el lugar. Ellos le habrían dicho que en esa propiedad antes funcionaban bodegas donde las Fuerzas Armadas guardaban municiones. Además, algunas casas de allí supuestamente las utilizaban como prisiones.

Seres mágicos

Diego García también ha experimentado cosas raras ahí. Dijo que se ha tropezado con duendes, hadas y algo al que él denomina hongos mágicos. “Son una especie de seres de colores que vuelan”.

El hombre indicó que debía cruzarse ese terreno para llegar a su trabajo y que en varias ocasiones dichos entes se le asomaban entre las ramas de los árboles. “Se reían, saltaban y me seguían hasta salir del bosque. Son juguetones y traviesos”, comentó.

Añadió que no tiene miedo porque “me acompañan desde que soy un niño”. García también ha encontrado hojas rotas de la Biblia y una vez halló un tablero de la ouija. Presume que ahí han realizado rituales satánicos.

Sus abuelos le contaban que antes de que fuera una hacienda, en esos terrenos se enterraban a los indígenas durante la época precolonial. “En el Valle de Los Chillos hay muchas historias paranormales”, enfatizó.

Cerca de ahí, García ha escuchado que existe el hombre lobo que suele aparecerse a las mujeres jóvenes, pero a su criterio, “eso no es creíble”.

Dimensiones

Bryan Albán, experto en temas paranormales, comentó que el fenómeno sobre el tiempo podría deberse a dos factores. El primero, según él, es acumulación de energía. Al ser un lugar abandonado y lleno de vegetación hay puntos donde confluyen las energías de las personas, animales y otros seres que han pasado por ahí.

La otra causa podría ser la atracción energética de la Tierra. Albán explicó que en el centro del planeta existen agujeros negros tridimensionales, los mismos que cuando desbordan en energía “pueden provocar la sensación de que se acelera o se detiene el tiempo”.

Sobre la presencia de los duendes y hadas, el experto indicó que los bosques y quebradas son los lugares ideales donde suelen vivir estos seres. Añadió que los hongos mágicos que ha observado García podrían ser los guardianes de las plantas o también llamados espíritus del bosque.