Lo que empezó como un inocente juego entre hermanos terminó en tragedia la mañana del martes 8 de abril de 2025 en un recinto perteneciente a la parroquia Roberto Astudillo, en el cantón Milagro, de la provincia del Guayas. Un menor de edad, de apenas 13 años, falleció por asfixia luego de enredarse, al parecer accidentalmente, con una hamaca en el interior de su vivienda.

Según un informe policial, el suceso ocurrió aproximadamente a las 10:30, cuando el menor de edad se encontraba solo en casa junto a sus dos hermanos, también menores. Sus padres, de acuerdo con la información proporcionada a los investigadores, habían salido desde temprano a trabajar en una finca bananera cercana, como era habitual. La vivienda, ubicada en un área rural, no habría contado con supervisión adulta en ese momento.

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El niño fue hallado por su padrastro, quien acudió de inmediato al domicilio tras recibir una llamada por WhatsApp de uno de los hermanos del fallecido. Al llegar, lo encontró tendido sobre el piso, sin signos vitales. Paramédicos del Cuerpo de Bomberos de la localidad confirmaron su deceso.

El informe forense precisó la causa de muerte

El informe forense habría determinado que la causa de muerte fue una asfixia por suspensión aparentemente accidental, provocada por el enredo del cuello del menor con una hamaca que se encontraba dentro del inmueble, al parecer, en la sala.

El caso ha causado consternación entre los habitantes del sector. Aunque las autoridades no encontraron indicios de delito, se conoció por parte de familiares que el niño vivía en un entorno familiar complicado. Su abuelo habría mencionado que el menor habría sido testigo de conflictos entre los padres y, presuntamente, de un ambiente de intimidación.

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Más allá del expediente judicial, esta historia deja al descubierto una realidad dolorosa: la de muchos niños que pasan gran parte del día sin la compañía o supervisión de un adulto. En este caso, quienes debían velar por la seguridad del menor de edad tenían que salir a trabajar a una bananera, para conseguir el sustento diario. El padrastro habría confirmado que laboraban para una reconocida empresa bananera del Ecuador. 

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