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Drama

Su madre se pone a llorar, ya no sabe cómo ayudarla.Angelo Chamba / EXTRA

Drama: Lucha contra varios cánceres y sus ingresos de costurera no le permiten cubrir su tratamiento

Diana Meza ha pasado por un cáncer a la garganta y al útero, leucemia y un tumor en el cerebro. Solo quiere seguir con sus 'quimio', ayúdala llamando al 098 804 2277- 097 977 4644

En menos de un año, Diana Meza ha tenido que enfrentar duras pruebas. Ha vencido algunas, pero con otras sigue luchando. Sin embargo, la fe de esta ibarreña no desmaya para nada.

En septiembre de 2022 le detectaron cáncer a la garganta, el cual afectó su audición y sus cuerdas vocales, lo que la dejó sin voz. Por ese motivo, en diciembre no pudo desear una feliz Navidad ni un próspero año nuevo -verbalmente- a sus seres queridos.

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Para comunicarse con sus allegados utilizaba una libreta. Esta situación mejoró para ella gracias a dos operaciones que le ayudaron a recobrar el habla, aunque perdió la audición del oído izquierdo.

Por la agresividad del cáncer de garganta, a Diana le tuvieron que hacer más exámenes. Una sospecha de anemia terminó con otro diagnóstico: leucemia.

“Gracias a Dios, la primera enfermedad la superó, pero la leucemia no está controlada y en esta le inició la metástasis, la cual le está afectando los huesos”, dice entre lágrimas Ligia, su hermana, quien pide ayuda en su nombre, pues desde marzo su consanguínea debe realizarse tres quimioterapias al mes y no cuenta con las posibilidades económicas.

La unidad de la familia de Diana es uno de los pilares que sostiene su fe.Angelo Chamba / EXTRA
  • ENDEUDADOS, PERO UNIDOS

“Para poder operarla de la garganta nos tocó hacer un préstamo de $ 5.000, que todavía estamos pagando, y las ‘quimios’ cuestan de 300 a 500 dólares. Al mes se necesitaría reunir más de $ 1.000”, detalla la pariente.

Las Meza provienen de una familia de costureras y albañiles y no cuentan con el dinero para costear el tratamiento. Encima, la paciente debe viajar de Ibarra a Quito para ser atendida por especialistas.

El esposo de Diana trabajaba vendiendo electrodomésticos y ganaba según la venta pero, por acompañarla a sus citas médicas, lo despidieron. Ahora labora, cuando se puede, manejando un camión.

Ante la dura situación que enfrentan, su hijo mayor, de 16 años, también aporta económicamente en los gastos. Para lograrlo, estudia por las noches, porque en el día trata de conseguir ‘camello’ en alguna construcción, sobre todo porque lo que consigue su madre como costurera apenas alcanza para comer. Su nena, de 10 años, les apoya con oraciones.

Otros familiares de Diana tratan de darle una mano: hacen bingos, venden comida, han dado serenatas y mensualmente cada uno de sus hermanos ‘se cae’ con unas 20 ‘latas’, o con lo que pueda apoyar.

Diana siempre va acompañada a Solca, de Quito, pues algunos tratamientos la dejan debilitada.Angelo Chamba / EXTRA
  • OTRAS PRUEBAS

Y por si fuera poco, en junio le apareció un tumor en el cerebro, el cual ha hecho que por instantes pierda la memoria. Incluso llegó a no reconocer a sus hijos y a su pareja. “Nos daba miedo de que se perdiera al salir, porque nunca dejó de trabajar, pero gracias al Señor la medicación le desapareció esa masa”, expresa Ligia.

Debido a las numerosas pruebas médicas que Diana se hace para controlar su leucemia, se le detectó otra complicación: cáncer al útero. Por eso no puede dejar de someterse a las quimioterapias, pero no hay dinero.

“En la operación de la garganta casi se nos fue unos 10 o 15 minutos. Querían que nos despidiéramos, pero sobrevivió. Luego los doctores reconocieron que es una mujer que se aferra a la vida”, relata entre sollozos su hermana, quien admira la fe de Diana, porque con su optimismo los anima y les dice: “Yo voy a salir de esta”.

Si quieres colaborar para las ‘quimios’, comunícate a estos números:
098 804 2277- 097 977 4644.   

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