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La tercera de los cuatro hijos de Freddy Jacinto Barahona Burgos lloraba desconsolada.CARLOS KLINGER

A dos de los tres hombres asesinados en la vía a la costa no los separó ni la muerte

Dos de las víctimas eran de Los Ríos y llegaron hace 15 días a Guayaquil. Cuidaban los animales y las plantaciones. Se conocían desde niños.

Miguel Ángel Velasco Cedeño y Geovanny Michell Rugel Valverde, ambos de 27 años, eran inseparables. Crecieron en el mismo sector y se educaron en la misma escuela.

No había sitio que los amigos, oriundos del cantón Ricaurte, provincia de Los Ríos, no visitaran juntos. Es por eso que la muerte los sorprendió el mismo día y en el mismo lugar: una casa ubicada en una finca del sector Casas Viejas, en la vía a la costa.

Los dos ‘panas’ bebían alcohol junto a un vecino cuando sujetos en motocicletas llegaron hasta la zona, se bajaron, caminaron entre la maleza y se metieron al inmueble, donde residían desde hace 15 días. Los criminales utilizaron fusil y pistolas. Su vecino Freddy Jacinto Barahona Burgos y una amiga que los acompañaba también fueron alcanzados por los proyectiles.

Barahona, de 53 años, falleció por los disparos que recibió. La joven (19) fue quien por celular se contactó con el ECU-911 para pedir ayuda. Ella fue llevada a una casa de salud, donde se encuentra hospitalizada.

706 asesinatos se han registrado en la Zona 8 en lo que va del 2023.

Desde Ricaurte llegaron a Guayaquil familiares de los dos jóvenes asesinados en la vía a la Costa.CARLOS KLINGER

Familiares de los riosenses asesinados conocieron de la tragedia por las redes sociales y medios de comunicación que difundieron las imágenes de los dos chicos muertos.

“Mi hermano (Geovanny) y su amigo siempre andaban juntos. Hace 15 días nos dijeron que se venían a Guayaquil a trabajar, pero no precisaron dónde. Después conocimos que estaban al cuidado de una finca en la vía a la costa. Eran los encargados de cuidar los animales y plantaciones”, dijo la allegada.

Un tío de Miguel Ángel contó que su sobrino y Geovanny crecieron en el mismo barrio y que tenían una amistad de años. “Desconocemos las causas, no sabíamos que hayan estado amenazados”, sostuvo.

En la escena del crimen se hallaron 31 vainas de diferentes calibres (12, 9 y 2.23). Utilizaron fusil y pistola.

Por su parte, la tercera de las hijas de Freddy Jacinto relató llorando que él tenía 35 años residiendo en esa área y que había entablado amistad con sus nuevos vecinos, con quienes al momento del crimen se hallaba bebiendo. “Mi padre estaba en el momento y lugar equivocados. Era soldador. Nos había comentado que le había salido un nuevo trabajo y que iba a cambiar de casa. Vivía a 100 metros”, manifestó. (AEB)