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Dos mil dólares perdieron luego de que un ladrón trepó por el balcón
La perjudicada del robo no ha podido dormir tranquila porque siente que entran a su hogar otra vez. Vecinos piden resguardo policial
Hasta las 04:30 del lunes, los pilares de la edificación ubicada en la esquina de Babahoyo y Portete, suroeste de la ciudad de Guayaquil, estaban impecables. La pintura de color naranja intenso y naranja pálido estaba limpia. Ni una mancha que empañara la tranquilidad de sus habitantes.
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Pero, menos de un minuto después, a las 04:31, un extraño la manchó sin importarle nada con tal de robar objetos del departamento del primer piso de la construcción esquinera.
¿Que cómo pasó? Pues este sujeto se creyó el Hombre Araña y trepó por el pilar hasta que llegó al primer balcón, donde reside Nancy con su esposo y sus dos hijos.
Nancy, nombre protegido, se levantó en la mañana del lunes a preparar a su familia para el día de colegio y trabajo que estaba por iniciar. Ella lo hizo entre las 05:00 y 05:30, como todos los días. Al llegar al comedor de su departamento, notó que encima de la mesa no estaba la computadora que había dejado la noche anterior, pero imaginó que su esposo la había guardado.
Avanzó unos metros y, en cambio, vio la ventana abierta y su instinto le dijo que algo malo había sucedido. Empezó a buscar el teléfono de trabajo y tampoco estaba. “Enseguida fui a levantar a mi esposo a decirle que nos habían robado”, comentó a EXTRA. El hombre se puso en pie en unos segundos y entre los dos hicieron su inventario: les faltaban tres laptops (una de Nancy, otra de sus hijos y una de su esposo), un Play Station 4 y el celular del trabajo de Nancy.
“No sabemos cómo, pero quien robó abrió el seguro de la ventana, se llevó lo que estaba en la mesa y el ‘Play’ que estaba en la sala y, de paso, buscó hasta que encontró la computadora de mi esposo en una maleta y en ella se llevó el ‘premio’”, dijo para este Diario con sentimientos aún confusos.
En Guayaquil, un delincuente trepó una columna para ingresar a un local de artículos tecnológicos, ocurrió en las calles Babahoyo y Portete. pic.twitter.com/P7RA4V8l5S
— 𝕽𝖆𝖚𝖑 𝕰𝖘𝖕𝖎𝖓𝖊𝖑 (@RaulEspinelDED) July 16, 2024
La mujer estaba indignada al pensar que lo que a ellos les costó esfuerzo y trabajo, otro lo esté disfrutando de manera fácil. “Lo peor es que, aparte de lo que ahora nos hace falta, debo pagar la computadora y celular que no son míos. En total, creo que lo que se nos llevaron casi 2 mil dólares que a mi esposo y a mí nos ha costado conseguir”, expresó.
Pero su calvario no acabó solo con las pérdidas materiales, sino que la afectación emocional llegó para quedarse en su hogar. Nancy aseguró que luego del robo no ha podido dormir tranquila, porque siente que esta misma entra persona con un cuchillo y que intenta herirlos para llevarse todas sus pertenencias.
La mujer recibió mensajes de apoyo por parte de su familia, pero también advertencias de que tenga cuidado, que esa vez su integridad no se vio afectada en el asalto, ya que “fácilmente ese tipo entraba a los cuartos y nos hacía lo que él quería”.
¿Qué dicen los vecinos del robo en Portete y Babahoyo?
Pero Ezequiel Balcázar, quien labora en un negocio en la planta baja de ese edificio, mencionó que no es la primera vez que se escucha de un robo similar en esa cuadra.
“Al vecino de al frente (una vivienda ubicada diagonal a la de las víctimas) también se le subieron al balcón y le robaron. Esta zona es oscura y a los transeúntes solo les queda andar con cuidado porque no hay cómo detenerlos”, refirió.
Ezequiel contó a EXTRA que ellos se han enterado de todos los robos ocurridos desde febrero, ya que en esa fecha instalaron una cámara de vigilancia que les ha permitido identificar a los ‘pillos’ que merodean el sector, pero que ni eso los asusta. Sin embargo, la ‘camarita sapa’ les enseña el modus operandi de los delincuentes: robar al paso o trepando en las madrugadas.
“Los policías sí rondan, pero no siempre y es allí cuando los pillos aprovechan porque esta zona es oscura y solitaria después de las 21:00, ya que es comercial”, expresó.
Mientras que otro de los vecinos, Kevin Cabrera, quien reside en el último piso de ese edificio, ni siquiera estaba enterado de lo que su vecino había sufrido. “Lo que sí supe es que tiempo atrás abrieron la puerta de entrada y se llevaron las cosas de casi todos los inquilinos. Me preocupa esto porque para los ladrones nada es imposible y, aunque mi departamento esté bien arriba, igual me pueden robar”, dijo con recelo.
Nancy y su esposo no han puesto la denuncia por el robo porque afirmaron sentir un poco de temor; no obstante, en su desesperación optaron por mejorar las protecciones de su hogar. “Todo sea por nuestra seguridad”, señalaron.
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