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La avenida Felipe Pezo se convirtió en una laguna. Y por allí caminó María Díaz.Freddy Rodriguez

¡Diluvio en Guayaquil! Dieciocho horas de lluvia dejaron paredes y postes caídos

Varias calles porteñas parecían lagunas, pero esto no impidió que personas como la dauleña María Díaz llegaran a su lugar de trabajo.

La puntualidad es la carta de presentación de María Teresa Díaz Alvarado y es por eso que el pasado martes 21 de febrero madrugó para llegar a la casa donde labora cuidando dos niños. Pero la pertinaz lluvia que azotó a Guayaquil, desde las 16:00 del lunes hasta las 11:00 de ayer, hizo imposible que esta vez llegara a tiempo.

María Teresa, de 44 años, trabaja para una familia que habita en la urbanización Mirador del Norte y todos los días toma un bus que la deja en la vía a Daule. Desde allí camina hasta llegar a su sitio de labores. Sin embargo, a las 09:00 de ayer tuvo que ‘jalar pata’ por la laguna en que se convirtió la calle Felipe Pezo.

“Estas son las consecuencias del invierno. Me saqué los zapatos, me remangué el pantalón y a caminar se ha dicho”, contó.

El Inamhi reportó lluvias acompañadas de tormentas en otros cantones del Guayas y en las provincias de Santa Elena, El Oro y Pastaza.

El aguacero no solo causó estragos en las calles guayaquileñas, sino que también afectó viviendas y postes de alumbrado público.

En la ciudadela Paraíso una casa comenzó a caerse en pedazos.Miguel Canales Leon

En la ciudadela Paraíso (norte), cerca de las 21:00 del lunes 20 de enero, una casa empezó a caerse por pedazos. “Justo estaba pasando y escuché cómo todo se caía. La verdad, no se veía bien, ya que la combinación de la lluvia con la noche y el polvo que se alzó hizo que todo se ponga negro. No sabía si era un terremoto o qué estaba pasando. Salí corriendo a alertar al barrio y a buscar a mi familia”, comentó Jimmy Santibáñez, un morador.

En la cooperativa Unidad Nacional, en el sector de Florida Norte, dos postes caídos dejaron sin luz el sector y acabaron con el carnaval de sus moradores. Los cables quedaron esparcidos en la calle, junto a una piscina de plástico donde hasta la noche anterior se bañaron varios vecinos.

Dos postes se vinieron abajo y dejaron sin luz un sector de la Florida Norte.Freddy Rodriguez

Karina Cerezo, quien habita en la manzana 368, manifestó que el desprendimiento de las dos columnas de cemento se suscitó a las 08:00. “La desgracia pudo haber sido peor si hubiesen caído encima de una persona o de una casa”, expresó. (AEB/JA)