Diana Salazar responde al intento de la correísta Gissela Garzón de seguir de cerca su juicio político. Tras la insinuación de Luisa González sobre su embarazo, ahora es Gissela Garzón, asambleísta de la Revolución Ciudadana y feminista, quien propone monitorear el juicio político de la fiscal suspendido por esta condición. El 7 de julio, Garzón solicitó a Henry Kronfle, presidente del Consejo de Administración Legislativa (CAL), realizar un seguimiento en la próxima reunión.

(Te invitamos a leer: Katherin Queen, la mujer que se desnudó en un tanque militar, rompió su silencio: ¿qué dijo?)

En sus redes sociales, Garzón amplió su propuesta, expresando que buscaba asegurar que la capacidad de fiscalización legislativa no se vea afectada. Subrayó que asuntos íntimos, como la salud de los funcionarios, no corresponden a la legislatura ni se mencionan en documentos firmados por ella.

Ante esta situación, la fiscal general emitió un comunicado en respuesta: “No toleraré más difamaciones de los mentirosos de siempre, que, en su búsqueda de impunidad, han superado límites legales, morales y éticos”. Al anunciar su embarazo al presidente de la Asamblea, adjuntó certificados médicos avalados por el IESS y resaltó la confidencialidad de su embarazo, protegida por ley.

Diana Salazar, embarazada, manifestó su preocupación por el juicio político pendiente y enfatizó que su vida privada, su familia y su seguridad no son asunto público. Retó a los difamadores a someterla a una evaluación por tres médicos para certificar su embarazo. Advirtió que su intento de separarla del cargo como Fiscal General busca evitar la verdad en los procesos legales, privilegiando la impunidad.

Salazar concluyó: “No me aferro al cargo, sino a la esperanza de un país mejor”. La Fiscal reitera que ciertos sectores buscan sacarla de su función para mantener la impunidad.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!