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Diana Salazar cierra etapa como fiscal general: estos fueron sus casos más polémicos
Tras la salida de Diana Salazar, expertos advierten sobre la necesidad de estabilidad en la Fiscalía
El periodo de Diana Salazar al frente de la Fiscalía General del Estado llegó a su fin este 8 de abril, en medio de un escenario de reconocimiento por su labor contra la corrupción, pero también de críticas por supuestas interferencias políticas. Hasta el momento, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) no ha nombrado a su reemplazo, mientras voces expertas analizan el legado de su gestión.
Bajo este contexto, el penalista Julio César Cueva califica el paso de Salazar por la Fiscalía como un tiempo de "altibajos" y considera que el rol de fiscal general, por su naturaleza, está inevitablemente vinculado a factores políticos. “Es el fiscal del fuero de los funcionarios más importantes de la República y está sujeto al control político de la Asamblea Nacional”, explicó.
Gestión de Salazar
Aunque Salazar recibió respaldo por su postura firme contra la corrupción, Cueva señala que su administración no estuvo exenta de errores. Según el experto, hubo casos en los que se sacrificó el debido proceso bajo la premisa de que "el fin justifica los medios". “Se confundió que fin justifica los medios, y hay ciertos casos que, procesalmente hablando, no tienen un buen sustento a nivel internacional”, advirtió.
Cueva añade que la presión mediática y social llevó a la Fiscalía a actuar con premura en algunas investigaciones. “La fiscal fue perseguida de manera continua e injustificadamente por quienes buscaban garantizar impunidad”, expresó.
Por su parte, Mariana Yépez, exfiscal general, destaca que Salazar asumió la entidad en un momento complicado y que logró mantener un desempeño aceptable a lo largo de su mandato, aunque reconoció que quedaron temas pendientes en el área administrativa.
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En este sentido, mencionó que no se logró completar la evaluación de fiscales, una tarea que, si bien no depende únicamente de la Fiscalía, quedó sin resolverse. “Lamentablemente no pudo hacerlo todo, como la evaluación de los fiscales, aunque eso no depende directamente de la Fiscalía, sino del Consejo de la Judicatura”, explicó.

La influencia política en las investigaciones
Sobre la presencia de factores políticos en la labor de Salazar, Yépez opinó que “la política es un tema tácito en la cultura ciudadana, y siempre estamos mirando si una acción favorece o perjudica a determinado partido”. No obstante, resaltó que la Fiscalía, durante estos años, procesó casos que involucraban a distintos sectores e intereses.
En contraste, Cueva criticó una aparente orientación específica en las investigaciones impulsadas por la Fiscalía. “Tanto el caso Sobornos como el caso Ligados y otros, evidencian un enfoque hacia el correísmo”, sostuvo el penalista. Según su análisis, se produjo una concentración en investigar los hechos de corrupción ocurridos en la década previa, pero de manera apresurada.
El jurista también señaló que el proceso seguido en el caso Sobornos, que terminó con la sentencia contra el expresidente Rafael Correa y varios exfuncionarios, marcó un patrón en la administración de Salazar. “Ese caso estableció el ‘modus operandi’: primero el ‘boom’ mediático, luego la presión suficiente para que los jueces decidieran como ella quería”, puntualizó.
El futuro de la Fiscalía
Con la salida de Salazar, el debate ahora se centra en la necesidad de estabilidad para la Fiscalía. Mauricio Alarcón, director de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, subrayó la urgencia de fortalecer la institución.
“La Fiscalía necesita estabilidad. Para algunos actores políticos, se ha convertido en la joya de la corona, y eso no es positivo. Hay que trabajar para que quien reemplace a Diana Salazar pueda reinstitucionalizar la Fiscalía”, afirmó Alarcón.
La expectativa sobre el próximo fiscal es alta. Yépez insistió en que quien asuma el cargo debe contar con una trayectoria sólida, ética comprobada e independencia. De igual forma, Cueva anticipó que el nuevo titular enfrentará un dilema importante. “Tendrá que optar entre continuar con algo que ya viene torcido y no se puede enderezar, o reconocer que se cometieron errores y soportar la reacción de un pueblo al que se le vendió otra historia”, advirtió.
Mientras tanto, el CPCCS mantiene pendiente la designación del nuevo fiscal general, en un momento clave para la institucionalidad del país.
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