La tranquila Isla Luis Vargas Torres, ubicada en la provincia de Esmeraldas, se ha visto sumida en una tragedia inesperada. El desbordamiento del río Esmeraldas ha dejado a su paso una estela de destrucción, obligando a más de 80 familias a abandonar sus hogares y rescatar lo poco que podían llevar consigo.

El drama comenzó la tarde de este martes 20 de febrero, cuando el caudaloso afluente comenzó a crecer de manera alarmante. En horas de la noche, las aguas invadieron las casas, atrapando a los residentes en una lucha desesperada por salvar sus pertenencias y, lo más importante, sus vidas. Los testimonios dramáticos de los afectados pintan un cuadro desgarrador.

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La mañana de este miércoles 21 de febrero, los habitantes de la Isla tratan de rescatar los pocos enseres que dejó la corriente, colocándolos encima de los mesones y hasta en el techo de sus casas. Las familias han perdido neveras, cocinas, colchones y sus vestimentas.

Mónica Valencia, madre de tres hijos, relató cómo el agua entró con furia en su modesta vivienda. “No tuvimos tiempo de nada. Las lágrimas se mezclaban con el agua mientras intentábamos salvar nuestras fotos familiares y documentos importantes”.

Pedro Cabezas, un anciano de 75 años, escapó de la corriente junto con su esposa enferma y llevó a un lugar seguro. “Nunca pensé que vería esto en mi vida, es una tragedia, pero lo importante es que estamos vivos”, dijo el hombre. 

Las causas de esta inundación son las crecidas de dos afluentes principales: el río Quinindé y el río Blanco. Ambos se desbordaron y también dejaron damnificados en el cantón Quinindé.

En este momento las autoridades monitorean los ríos de este cantón del centro de la provincia de Esmeraldas, ya que el nivel del agua está a punto de llegar a las estructuras de los puentes. El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal ha sido activado y se reunirá esta tarde para tomar decisiones cruciales en torno a la emergencia.

Mientras que el gobernador de la provincia, Javier Buitrón, junto al Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas, amanecieron en la población de Pepepán, parroquia Chinca, cantón Esmeraldas, salvaguardando la integridad de las familias que se encuentran al otro lado del río Esmeraldas y que estaban en eminente peligro.

El ejecutivo provincial dirigió el operativo disponiendo lo necesario para evitar situaciones fatales dado que es imposible pasar el río porque está crecido.

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