La pregunta más recurrente que los conductores de la Cooperativa de Transporte Guadalajara escuchaban era: “¿Ya subirían el pasaje?”. Normal en el primer día –ayer 12 de abril– que circularon con la nueva tarifa: pasó de 0,25 centavos a 0,35.

Algunos usuarios simplemente ignoraban las palabras y entregaban los 0,25 ctvs. “Hay algunos que no nos creen”, increpó Geovanny Mendoza, uno de los choferes.

Fue un día de explicaciones: que la operadora cumple con los parámetros de calidad y que tiene autorización del Municipio de Quito para cobrar más que los otros buses.

Y que, además, es la única de 65 operadoras de la capital que hasta ahora ha superado la etapa de evaluación en el proyecto de mejoramiento del servicio del transporte urbano.

“Hay demasiada confusión. Ahora capaz todos han de querer cobrar la nueva tarifa”, comentó Mariana Tipán, usuaria del medio de transporte.

Hay mejoras

Gabriela Lincango se transporta desde Llano Grande hasta El Ejido y reconoce que el servicio ha mejorado. “Vale la pena pagar un poco más. Lo único a lo que hay que ponerle atención es al cumplimiento del aforo”, expresó.

En comparación con las otras cooperativas, dijo que aún falta trabajar en el respeto a las paradas y el trato hacia los usuarios. “Todavía quieren parar donde sea para coger pasajeros”, agregó.

Mariana, en cambio, espera que las mejoras sean permanentes, aunque cree que la tarifa es excesiva. Advirtió que solo al principio se comportarán bien. Por eso... habrá fiscalización.

Según Guillermo Abad, secretario de Movilidad, esta cooperativa pasó de la fase de evaluación a la de fiscalización, es decir que como tiene autorización para cobrar la nueva tarifa también está sujeta a las sanciones por incumplimientos.

“Tendremos las pruebas registradas a través de los dispositivos electrónicos instalados en los buses”, agregó.

Para ello existe un sitio web de monitoreo constante en el que se registran los movimientos de las unidades, las paradas, la velocidad con la que circulan y los nombres de los conductores en tiempo real.

“Ya tenemos 1.800 buses monitoreados, pero solo 60 (de la Cooperativa Guadalajara) cumplen con todos los parámetros”, dijo el funcionario.

Uno de los retos más importantes para avanzar en la mejora del servicio ha sido el cambio a la visión empresarial. Es decir que los propietarios de los buses cedan los derechos de administración a los dirigentes de las cooperativas, según Jorge Yánez, representante de los transportistas en Quito. Todavía no hay indicios de que otras operadoras estén cerca del cumplimiento total de los parámetros de calidad que exige la ordenanza municipal.