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Daule: vecinos denuncian el envenenamiento de 15 gatos en 45 días
La Fundación Rescate Animal recomienda que se prohíba a los residentes poner veneno para roedores fuera de sus domicilios e instalar cámaras de vigilancia.
Lo ocurrido en noviembre de 2020 en una urbanización del cantón Daule, tiene preocupados a los dueños de mascotas. Ese mes, un gato murió, al parecer envenenado, y otro fue arrollado por un conductor, provocando que se le ampute una pata trasera.
Algunos de quienes residen en dicha ciudadela del sector de La Aurora, refieren que no es la primera vez en este año que suceden hechos de este tipo. Incluso estos actos se replican en otros conjuntos residenciales de esta localidad vecina a Guayaquil.
Historial de casos
Hace 45 días se creó un chat entre los propietarios de animales de varias urbanizaciones dauleñas. Durante ese tiempo han registrado 15 casos de envenenamiento, dice Vanessa Vélez, una de las integrantes del grupo de mensajería.
Según la mujer, en la mayoría de ocasiones son los mismos vecinos que estarían implicados en los decesos de los ‘peludos’.
Tania Flores es una de las afectadas. El 19 de noviembre encontró sin vida a su minino, cerca de una alcantarilla. Junto al cuerpo del minino habían restos de veneno para ratas, cuenta apenada la señora.
Esa noche, Michu, como ella llamaba al gatito, empezó a rascar la puerta de la vivienda. Tania le abrió para que saliera, pues acostumbraba a sacarlo a diario para que haga ‘sus necesidades’ en su jardín.
Flores se quedó dormida y al día siguiente, al despertar, salió a buscarlo. Transcurrió una hora sin saber nada de él. Luego, a través del chat de la urbanización, supo que el animal fue hallado muerto fuera de la casa de un morador.
“Lo habían embalado en una funda negra para que el recolector de basura se lo lleve”, detalló.
La mujer tiene dos gatos más y un perro. A raíz de lo acontecido decidió no sacarlos de su hogar, pues teme que tengan el mismo final.
Causa no prosperó
Jessenia Morán, vecina de Tania, experimentó algo parecido el 12 de diciembre de 2019, cuando su gata Cucha fue envenenada.
La mascota acompañó a Jessenia durante siete años. Uno de sus hermanos se la regaló. Era siamés y de ojos azules, bien ‘pintera’.
Cucha salió aproximadamente a las 16:00 al jardín de su dueña y, al cabo de dos horas, empezó a maullar fuertemente.
Jessenia salió a ver qué le pasaba y notó que la gata caminaba con dificultad. Se estaba poniendo rígida y fría. Enseguida la llevó de prisa a un consultorio veterinario. Cucha pasó la noche allí, pero al otro día murió.
El esposo de Jessenia interpuso una querella en contra de una moradora, pues sospechaban que tuvo que ver con lo sucedido. Como parte del proceso se realizó la toma de versiones, pero el hombre falleció este año sin lograr culminarlo.
A la gata de José Santana, otro vecino del sector, le ocurrió la misma tragedia.
Cuidados y medidas legales
Estefanía Pareja, activista de la Fundación Rescate Animal, comenta que para evitar estos casos es mejor no sacar a los animales de las casas. O, si se lo hace, al menos ser cuidadosos.
Agrega que a los residentes se les debe prohibir poner veneno para roedores fuera de sus domicilios. Y para controlar que esto se cumpla se requiere instalar cámaras de vigilancia.
Inti Alvarado, síndica de la institución, refiere que los casos de muerte contra animales son delitos de acción privada y, por lo tanto, en ellos no actúa la Fiscalía investigando. Es el perjudicado quien debe presentar las pruebas y testigos. He ahí la importancia de que haya cámaras de monitoreo que registren estos actos para que los videos sean usados como pruebas.