Exclusivo
Los datos desconocidos del caso del conductor de camión asesinado en Durán
Recibió dos tiros en la cabeza. Por maniobra de acompañante el carro terminó en una zanja. La víctima era de Bolívar, pero vivía en Quito.
Las vidas de Carlos Napoleón Lucio Aguilar y la de su padre, Néstor Severo Lucio, acabaron de igual forma, aunque no en el mismo lugar. Fueron interceptados y baleados por delincuentes mientras conducían sus camiones con los que transportaban mercadería de una provincia a otra.
Te invitamos a leer: Así es como bandas criminales se apoderan de la Bahía, el sector comercial más grande de Guayaquil
La madrugada de este martes 28 de noviembre, Carlos Napoleón, de 31 años, y quien era oriundo de la provincia de Bolívar, fue asesinado a tiros por sujetos que se movilizaban en dos carros, uno gris y otro negro. Cerca de la vía a Durán-Boliche, los criminales obstaculizaron el paso del camión para que su conductor pare la marcha. Sin embargo, el chofer condujo un tramo de aproximadamente un kilómetro hasta que fue alcanzado por dos tiros propinados por uno de los delincuentes a bordo de los dos vehículos.
Al percatarse que Carlos Napoleón estaba herido y que ya no podía mantener el control del camión, su compañero, quien descansaba, ya que había conducido desde Cuenca hasta Puerto Inca, hizo una maniobra para que el camión cayera a una zanja y no terminara estrellado contra otro vehículo.
William Aguilar, tío del fallecido, relató a EXTRA que circulaba por la vía Naranjal-Puerto Inca cuando recibió la noticia vía telefónica desde Quito, alertando que su sobrino había sido víctima de un atentado y que había fallecido.
“El otro conductor llamó al área de Logística en la capital, donde tenemos las oficinas de la empresa, ellos me llamaron a mi celular para darme esta terrible noticia. Mi sobrino murió al igual que su padre, asesinado. Los tiros fueron en la cabeza. El crimen de mi cuñado ocurrió en enero pasado, en Esmeraldas, él también conducía un camión y laboraba para la empresa de la cual soy el gerente”, contó con su voz entrecortada el allegado.
Carlos era el segundo de cuatro hermanos y el sustento de su familia, quienes residen en Quito. Tenía más de diez años laborando como conductor para la empresa de sus familiares, quienes transportan alimentos y productos farmacéuticos a distintas partes del país. En esta ocasión era un supermercado ubicado en el kilómetro 10 de la vía a Daule, en Guayaquil. (AEB)