Dudas por las palabras de un candidato presidencial. El riesgo país de Ecuador cerró este 12 de septiembre de 2023 en 1.775 puntos, 66 unidades más frente a al pasado 11 de septiembre, debido a las declaraciones de Daniel Noboa.

El candidato por ADN aseguró que utilizará 1.500 millones de dólares de las reservas internacionales par atender el fenómeno de El Niño. Además, señaló que renegociará la deuda externa.

Estas declaraciones causaron preocupación entre bancos de inversión y tenedores de bonos, que buscaron contactarse con el candidato para tener más detalles de sus palabras, según conoció EXTRA. La próxima semana algunos bancos esperan reunirse con el candidato para tener más detalles de su plan económico.

Noboa ha sido calificado como un candidato de centro y más moderado frente a la candidata de Revolución Ciudadana Luisa González. Los inversionistas temen un regreso del correísmo tras el 'default' de 2008, que implicó que el gobierno ecuatoriano dejara de pagar de deuda externa pese a que contaba con los recursos.

La promesa de Noboa de utilizar las reservas contradice su propio plan de gobierno, que exige la acumulación de reservas internacionales, dijo Eurasia Group, firma especializada en riesgo político para multinacionales a sus clientes. Sin embargo, según Eurasia, la próxima administración buscará evitar trabajar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en una presidencia breve centrada en la reelección, y usar las reservas es políticamente más fácil.

Los inversionistas se han inclinado por Noboa porque esperan políticas más "pro mercado", es decir, respeto a acuerdos con inversionistas. En ese contexto, el riesgo país de Ecuador había bajado hasta los 1.709 unidades, tras haber superado los 2.000 puntos, por encuestas que le dan como posible ganador al candidato.

El EMBI+ (Emerging Markets Bond Index Plus), también conocido como riesgo país, es un índice financiero creado por el banco JPMorgan & Chase que evalúa la rentabilidad y el riesgo de bonos emitidos por países en desarrollo. Sirve como referencia para medir la evolución de los mercados de bonos en economías emergentes y ayuda a los inversores a evaluar la salud crediticia de estos países.

Si el riesgo país es más alto, las tasas de interés suben a la hora de endeudarse, tanto para las empresas como para el Gobierno.

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