La preocupación continúa en los habitantes que viven al borde de la carretera E20 en la entrada de Alóag, vía Santo Domingo-Quito.

Tras el accidente ocurrido el 26 de agosto, en el cual un bus chocó contra una vivienda y murieron el chofer y una mujer que iba en la parte delantera, los moradores piden más atención de las autoridades.

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La planta baja de la vivienda de Magdalena Toapanta quedó parcialmente destruida y le costará 800 dólares repararla. Ella indicó que el dueño de la compañía de transporte Macuchi se acercó para ayudarla a cubrir los gastos.

Sin embargo, ella y sus vecinos quieren que se busque una solución para que no se sigan suscitando siniestros en esa ‘curva mortal’.

María Aguilar comenta que con este hecho ya son tres en el año que un bus o camión se sube a la acera y se lleva el poste de luz. “Esta vez fue más grave porque se impactó contra la casa de la vecina”.

Según las estadísticas que maneja la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), del total de los accidentes que han ocurrido desde el 1 de enero hasta el 1 de agosto del 2023 en la parroquia de Alóag, en el 40% están involucrados camiones y en un 6% buses. 

Aguilar reclamó que las autoridades les han ofrecido colocar más señalética en el lugar, pero ellos quieren un muro de contención “porque los choferes van a altas velocidades y no respetan las señales”.

Eduardo Echeverría añadió que existen unidades defectuosas de algunas empresas de transporte porque ha visto que en la curva donde ocurrió la tragedia los conductores suelen detenerse para reparar algún descompuesto.

La cooperativa Macuchi publicó un comunicado en su cuenta de Facebook en el que lamenta la muerte del conductor Freddy Fernando Villarroel Romero. “Su partida deja un vacío en nuestros corazones, pero siempre recordaremos su dedicación y amistad. Nuestros pensamientos están con su familia en estos momentos”.

El hombre era oriundo de La Maná y deja una hija en la orfandad. Amigos del volante de la víctima enviaron sus condolencias. El usuario Miguel Balseca escribió: “prefiero pensar que andas de viaje mi amigo. Fuiste héroe para unos y queda decir gracias por haber protegido a los ocupantes de una desgracia mayor”.

La otra víctima mortal era una mujer, quien también era oriunda de La Maná. Por otro lado, la mayoría de pasajeros eran estudiantes de la universidad Técnica de Quevedo que se dirigían a una expedición en Otavalo. 

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