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El ‘cura sin cabeza’
Un joven se encontró con el supuesto espectro cuando se dirigía a su casa y convulsionó del susto. Para experta, es un alma en pena
Durante su niñez y adolescencia, Carlos no tuvo experiencias paranormales. No creía en las historias de fantasmas, extraterrestres, entre otros. Más bien lo divertían. Sin embargo, su incredulidad cambió tras encontrase con el ‘cura sin cabeza’ cuando caminaba hacia su casa en febrero de 2020.
Tenía 18 años y en aquel tiempo trabajaba con su mamá en el negocio familiar, un local de venta de encebollados que está ubicado en las inmediaciones del parque La Armenia, en el Valle de Los Chillos, parroquia de Quito.
Según las creencias de los vecinos, por los bosques frondosos de ese sector rondan supuestos espectros que asustan a las transeúntes.
Eran aproximadamente las 18:00 cuando Carlos terminó de ‘camellar’. Limpió los platos, las mesas y barrió el local, porque su mamá aún se quedaba hasta las 21:00 que cierra el negocio.
El trayecto a su hogar es de una hora, pero si lo hacía por medio del parque La Armenia se ahorraría 30 minutos. Pero “fue una mala decisión”, recordó.
Iba solo en medio de la oscuridad del bosque hasta que alguien, vestido con una túnica con capucha color negro, lo empezó a seguir. Carlos no le prestó atención, porque esta es una ruta transitada de personas.
“En un momento me pasó y me dijo: ‘Buenas noches’. Le respondí con un ‘buenas noches’ también y se puso delante mío. Diez metros más adelante se le cayó la capucha y vi que no tenía cabeza. Eso fue lo último que recuerdo porque me desmayé y empecé a convulsionar, así me encontraron unas personas”, contó.
Al despertar, Carlos le atribuyó esa experiencia a una alucinación, producto del cansancio por el trabajo al que ingresa a las 09:00.
Aunque, tras analizar lo sucedido y recordar las historias de las personas del sector, decidió no volver a pasar por el parque La Armenia.
“Unas personas me auxiliaron porque me encontraron convulsionando. Fue una escena fuerte. Sentí mucho pánico cuando vi que no tenía cabeza. Me quedé estático. Por eso, ahora prefiero caminar media hora más y no pasar por el parque”, mencionó.
Rafaela Álvarez, investigadora de hechos paranormales, aseguró que el parque La Armenia es un lugar de tránsito de personas durante el día, pero a partir de las 18:00 es desolado.
Por aquello, no recomienda que pasen la noche en el lugar porque pueden experimentar hechos paranormales.
“El parque La Armenia es escenario de muchas leyendas. Por las noches es solitario y frío, por lo que es ideal para los duendes, espectros y almas en pena. En este lugar se pueden abrir sus portales para atravesar nuestro mundo. Aparte que es muy frondoso para que se puedan ocultar”, manifestó Álvarez.