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Los bomberos los rescataron, pero ya era demasiado tarde.Evelyn Centeno

¡Cuidado con los gases asesinos en cisternas y pozos!

Expertos explican por qué ingresar a estos lugares sin preparación puede ser mortal, luego de que cuatro albañiles fallecieran en Santo Domingo

Cuando una persona está en un sitio cerrado, con un incremento de dióxido de carbono y no recibe la cantidad adecuada de oxígeno, puede perder la consciencia y morir asfixiada, explica Edwin Omaña, médico intensivista y especialista en emergencias y desastres.

Eso le habría ocurrido a Hernán Alomoto y sus tres hijos Edwin, Álex y Jonathan, quienes eran albañiles y fallecieron en una cisterna la mañana del pasado lunes, en Santo Domingo.

El médico dijo que tanto cisternas como pozos pueden acumular azufre y otras toxinas de origen orgánico. Otro gas nocivo presente en estas estructuras es el metano, añade el bombero Félix Solórzano, quien sostiene que rara vez una persona que se ve expuesta a estos gases logra sobrevivir.

“Pocas veces se salvan, es un gas bien tóxico, muy letal. La mayoría de veces las personas fallecen”, comenta.

Él estuvo al frente del rescate de los cuerpos y detalla que dentro de la cisterna había agua, cañas guaduas y madera, que al ser materiales orgánicos entran en descomposición y producen ese tipo de toxicidad.

Hugo Parra, jefe del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo, detalló que la muerte accidental de los cuatro miembros de una misma familia ocurrió porque ellos “abrieron la cisterna e ingresaron sin esperar un tiempo prudencial, contaminándose”.

Recomendaciones

Por las letales consecuencias de estos gases, Omaña recomienda nunca entrar en un pozo cerrado de forma doméstica. Y si se lo hace, que quien ingrese esté con arnés por si pierde la conciencia, para que pueda ser extraído y sus compañeros no cometan el error de meterse a ayudarlo. Esto es lo que habría ocurrido en el caso de los Alomoto.

Pero este no es el primer caso de muerte por gases acumulados en cisternas y pozos que se presenta en Santo Domingo. El 5 de diciembre del 2015, Manuel Romero (55 años) y sus hijos Washington y Noemí (40 y 13) ingresaron a una cisterna, igualmente para retirar un encofrado. El padre falleció ese mismo día y su hija pereció cuatro días después, mientras que Washington sobrevivió, pero presentaba momentos de inconsciencia tras el incidente.

El principal del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo recomendó que lo más factible para evitar desgracias es contratar a personal especializado en estas actividades.

Vinicio Cervantes, propietario de la empresa Purificar, que ofrece este servicio, reveló que ellos tienen estrictos protocolos y planes de contingencia. Por eso, antes de cualquier trabajo efectúan una inspección del lugar a intervenir. Indicó que cada situación representa un grado distinto de riesgo.

Agregó que para reducir los gases acumulados en las estructuras cerradas, ellos emplean una máquina con una manguera de unos cinco metros que sopla aire 25 minutos antes de entrar y durante todo el tiempo que permanezcan en el interior.