Simplemente irreconocibles. Hechos pedazos, aplastados o desmembrados. La forma en que habrían quedado muchos cuerpos de los migrantes fallecidos en la tragedia de Darién, en Panamá, por la caída de un bus a un barranco, podría alargar por días, o tal vez semanas, la angustia y el drama de sus familiares. Aunque oficialmente desde Cancillería no se ha confirmado nada, entre las víctimas mortales habría al menos 6 ecuatorianos.

Según los primeros reportes de los forenses, será necesaria información genética para identificar a las víctimas del accidente, que dejó al menos 40 fallecidos y una veintena de heridos, 15 de ellos graves.

“El estado de los cuerpos y la falta de datos ante-mortem dificultan las experticias, especialmente en lo concerniente a la identificación”, se aseguró en un informe del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

De acuerdo con los expertos, se necesitará información de los países de origen de los migrantes “para obtener registros papiloscópicos u odontológicos y muestras de los familiares para cotejos genéticos con fines de identificación”.

Este proceso de identificación “tomará tiempo”, dejó en claro el instituto forense, al agregar en el comunicado que “mientras tanto, los cadáveres serán conservados con la debida dignidad que los estándares internacionales establecen”.

Los cuerpos, muchos de ellos desmembrados dada la violencia del accidente, como han informado las autoridades, se encuentran en las instalaciones de la Morgue Judicial de David, la capital de la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica y situada a unos 450 kilómetros de la capital panameña.

El autobús donde viajaban los migrantes quedó sin techo, destrozado, con los asientos regados en el piso en el lugar del accidente, una carretera troncal que conduce al albergue de migrantes de Gualaca, último punto que tocan los viajeros irregulares en Panamá antes de salir hacia Costa Rica en el marco de la operación estatal “flujo controlado”.

Organización habla de 6 ecuatorianos fallecidos

Desde la Cancillería ecuatoriana y la Embajada de Ecuador en Panamá lo último que se informó es que, entre los 66 migrantes que iban en el bus accidentado, 22 eran ecuatorianos: 5 mujeres, 9 hombres, 4 adolescentes y 4 niños. 

Según el último comunicado emitido por Cancillería, por visitas del personal que mantienen en Panamá se confirma que hay 8 compatriotas heridos; de estos 6 se encuentran estables y 2 permanecen en la unidad de cuidados intensivos (UCI).

Sin embargo, un informe remitido por 1800migrante.com, que desde Estados Unidos brinda asistencia a los migrantes, señaló ayer que habría al menos 6 compatriotas fallecidos. Hasta el cierre de esta edición esta información no era confirmada por ningún ente oficial.

William Murillo, el principal de esta organización, señaló que dos de los fallecidos “confirmados por sus familiares” son una mujer de 38 años y un niño de 10 años, ambos de Quito. De los otros cuatro no se tenían mayores datos.

Murillo, quien asegura haber mantenido contacto con familiares de las víctimas, también dio unos primeros indicios sobre qué habría pasado con los ecuatorianos y de dónde son.

En su reporte, señala que entre los compatriotas habría 3 amigos que son de Atuntaqui (provincia de Imbabura), de quienes se desconoce su paradero y condición; una familia de 4 personas, entre ellas un menor de edad, de Yaguachi (Guayas); un joven de Santo Domingo de los Tsáchilas, de 28 años y de quien también se desconoce su paradero; 2 familiares de Ambato (provincia de Tungurahua), y de Quito una familia de 11 personas, entre padre, madre, hijos, primos y cuñados. 

Los migrantes salieron de la provincia de Darién en horas de la tarde del 14 de febrero, con el anhelo de seguir hacia la ‘Yoni’. Los viajeros habían llegado hace unas semanas a Canáan Membrillo, un pueblo indígena de unos 300 habitantes al borde del tapón de Darién y donde tiene lugar el primer encuentro con las autoridades migratorias panameñas. Sin embargo, el accidente en la madrugada del miércoles pasado puso fin a un viaje al que aún le faltaba mucho sacrificio y dolor.

Muchos niños entre las víctimas

La subdirectora del Servicio Nacional de Migración (SNM), María Isabel Saravia, informó que en el autobús había 20 menores de edad, de los que fallecieron un número que no precisó.

Además, hay una decena de niños de entre 5 y 11 años heridos, tres de los ellos en condición crítica en un hospital infantil de David (Panamá), mientras que en otro nosocomio de la misma ciudad están 23 heridos de 15 años o más, 12 en condición grave en la UCI. 

Saravia recalcó que este “lamentable” accidente, el peor en la historia de Panamá, ha tenido lugar en el contexto de crisis migratoria regional.

En 2022, según los datos oficiales, hubo una escalofriante cifra de 248.284 viajeros irregulares que llegaron a Panamá tras recorrer varios países suramericanos y cruzar la jungla del Darién. Y ya en lo que va de este año, en menos de dos meses se contabilizan 37.000 migrantes.

Cada día suelen llegar entre 900 y 1.300 nuevos viajeros, según informó el ministro de Seguridad de Panamá, Juan Pino.

El bus tenía seguro de 100 mil dólares

Ante la posible observación de que los buses en que se trasladaban a los migrantes se encuentran en mal estado, los transportistas salen a aclarar que no es así y que incluso la operadora cuenta con un seguro para cubrir compensaciones por daños a terceros.

Según el diario critica.com.pa, el secretario de Comunicación del Sindicato Único de Transporte Darién, Néstor Cubilla, informó que toda unidad que sale lleva dos choferes, y en el trayecto hay área de descanso, y dentro del bus regularmente hay un custodio de Migración, por lo que descarta cansancio o que el conductor haya ingerido alcohol.

Explicó que los 60 buses de la ruta Panamá-Darién tiene más de 7 años prestando el servicio de transportación de migrantes y que el bus accidentado, como los otros colectivos, cuentan con un seguro completo de 100 mil dólares, más allá que un seguro de asiento y de lo que exige la ley.