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Cuatro delitos ‘rondarán’ al Metro
Se identificó que el robo a personas, secuestro de menores, suicidios y ataques con bombas puedan ser ‘el dolor de cabeza’ de los quiteños.
Fanny Cruz llega a su casa en el sector Los Libertadores, sur de la capital, aproximadamente a las 21:00, luego de trabajar como ayudante de limpieza en Carcelén, en el norte. En sus viajes, que duran hora y media, debe lidiar con la inseguridad que impera en diferentes sectores de Quito.
Cada día debe tomar tres buses para arribar hasta su sitio de labores. Pero el Metro de Quito, que iniciaría operaciones en marzo próximo, le ayudaría a ir y volver en menos tiempo (al menos unos 45 minutos). Sin embargo, ni el nuevo sistema de transporte le garantizaría tranquilidad. “Yo tendría que bajar hasta la parada de La Magdalena muy temprano, pero me da miedo ser asaltada”, dice.
Hace algunos meses en el trayecto a su casa, unos ladrones le arrancharon la cartera y su teléfono celular. Forcejeó, pero cedió ante los insultos de los agresores. Sucedió a dos cuadras de la parada del Metro. “Ya no bajo caminando, a veces me llevan hasta la parada del bus”.
Según las estadísticas del ECU-911, La Magdalena es uno de los sectores que más alertas por inseguridad ha recibido este año con: 11.001 hasta el 14 de diciembre (ver infografía). Allí se contemplan delitos de robo, hurto, riñas, asesinatos, bebedores de alcohol, entre otros.
Fanny no solicitó ayuda, solo se resignó a comprar otro celular y a tramitar las tarjetas bancarias y cédula de identidad que llevaba en la cartera.
“Hemos hecho levantamiento de información para establecer los parámetros de seguridad tomando en cuenta el gran número de personas que se transportarán (unas 400 mil personas diarias)”, dice Richard Coellar, subcomandante del Distrito Metropolitano de Quito. Para esto la Policía prepara protocolos.
“Hemos trabajado con dependencias como la Dinased, Dinapen, Policía Judicial, Criminalística, entre otros, para establecer los protocolos de respuesta”, explica Coellar.
Esta clase de sistema de transporte subterráneo es vulnerable de este tipo de situaciones. Por ejemplo, en el Metro de Londres, que funciona desde 1863 y que actualmente cuenta con 274 estaciones que cubren más de 400 kilómetros, tres paradas se paralizaron en julio de 2005 por un ataque con bomba.
Mientras que en España el índice de suicidios en las vías de los trenes es alto. Al menos una persona al día se suicida en ese país y un gran número busca tirarse sobre los rieles para ser arrolladas, según la Fundación Salud Mental España.
Estas experiencias se tomaron en cuenta para elaborar el plan de reacción frente a estos posibles delitos, indica Coellar.
MIEDO AL SALIR
Lizette Abril viaja desde San Bartolo (sur) hasta el sector de La Kennedy (norte), por lo que tendría que ir hasta la estación de El Recreo en un bus integrado para tomar el Metro.
A ella también le preocupa la inseguridad. “No sé si serviría porque los integrados solo hay hasta las diez de la noche y el Metro funcionará hasta más tarde”.
Por eso dice que le resulta más seguro tomar un taxi desde su trabajo que avanzar en el nuevo sistema subterráneo hasta El Recreo y salir a la calle a buscar transporte. Tampoco se subiría en la noche. “Aquí el sistema de transporte no es seguro y si me roban, el chofer no me va a ayudar. Afuera también estaré sola”.
Édison Yánez, gerente del Metro de Quito, explica que la seguridad en superficie (afuera de las paradas) no está en manos de la empresa. “Este es un tema de la fuerza pública. La Policía Nacional es la que debe reaccionar”.
La solución, según Coellar, es la realización de más patrullajes en las inmediaciones de las 15 estaciones. Además, la intención es que las Unidades de Policía Comunitaria (UPC) aledañas a cada parada estén conectadas con el sistema, indica el comandante.
“Tenemos identificadas las UPC más cercanas. Además contaremos con cámaras de reconocimiento facial”, es lo que ofrece Coellar para cuidar a los miles de usuarios que utilizarán el Metro.
EXTRA realizó una encuesta en nuestras redes sociales para conocer si los usuarios se atreverían a usar el servicio durante la madrugada o noche. De las 212 personas que participaron el 45 % dijo tener miedo de usar este medio de transporte en la noche. El 30 % lo haría con toda seguridad y el 25 % restante está indeciso.
ENCUESTA: El Metro de Quito funcionará desde las 05:30 hasta las 23:30. ¿Te sentirías seguro de viajar en este medio de transporte de madrugada o a altas horas de la noche?
— Diario Extra (@DiarioExtraEc) December 16, 2020
Pese a los ofrecimientos de seguridad por parte de la Policía, Fanny no se arriesgará a movilizarse en la noche. No, al menos, hasta que vea a los agentes patrullando las paradas y calles aledañas.
SIN PRESUPUESTO
Según Yánez, dentro de las estaciones existen 15 cámaras de vigilancia y en cada vagón se han dispuesto dos dispositivos. Es decir que en cada tren se colocaron 16.
Además, dentro del presupuesto del proyecto estaban estipulados 8 millones de dólares anuales para seguridad civil (guardias), pero aún se evalúa la disminución a dos millones, con la inclusión de la seguridad electrónica. “Será a través de dispositivos. Los detalles estarán listos a finales de este mes”, dice el gerente de Metro.
En noviembre de 2019, las autoridades también anunciaron la creación de una unidad especializada para este sistema de transporte, pero eso no sucederá.
Yánez explica que se preveía que los agentes metropolitanos conformaran este grupo, pero que los costos los debía asumir la empresa y no existe presupuesto para ello. “Tendríamos que pagar a ese personal”.
ISLAS DE INFORMACIÓN Y MILITARES
Colocar islas para informar a los ciudadanos cómo actuar frente a estos delitos es una alternativa que maneja Coellar. “Los afectados podrían colocar una denuncia en esos espacios”.
El comandante no ha establecido las zonas más conflictivas alrededor de las paradas, considera que el patrullaje exterior dependerá de la “oferta y la demanda de delitos y afectados” que se registren cuando ya esté en funcionamiento el Metro.
En este sentido, el concejal Santiago Guarderas, representante de la Comisión de Movilidad del Concejo Metropolitano, menciona que todavía se desarrollan mesas de trabajo interinstitucionales de seguridad del Metro.
Según Luis Nieto, coronel de policía en servicio pasivo y experto en seguridad, para determinar los riesgos de un sistema nuevo de transporte se deben analizar todas las posibles vulnerabilidades tanto de paradas como de unidades. “Debe primar la seguridad de las personas, de los bienes y la información”, dice.
En cuanto a los delitos que se identifican en esta clase de sistemas, recomienda la colocación de cámaras de videovigilancia que no se limiten a la reacción después del cometimiento de un delito. “Lo más seguro es que tenga una consola central desde donde se identifique a las personas con actitudes sospechosas, antes de que pase algo”, agrega.
Asimismo, en el tema de suicidios enfatiza que “las personas no avisan que se van a lanzar a los rieles”, pero que sería ideal colocar barreras y puertas automáticas para evitar este tipo de eventos.
Además hay que tener en cuenta, según el experto, que un sistema tan importante puede ser el blanco de ataques terroristas, “aunque no se hayan registrado en el país”. Para ello la coordinación incluso con las Fuerzas Armadas sería importante. “Aplicar estrategias de inteligencia para precautelar tanto a los ciudadanos como a los bienes públicos”, finaliza.