Su destino era Mucho Lote 1, en el norte de Guayaquil. Había apenas salido del Centro de Rehabilitación Social de Varones, conocido popularmente como ‘Peni’, porque iría a “merendar y a comprar medicinas”, según las versiones recabadas por los investigadores.

Jhonny Joffre Vargas Ortiz, de 59 años, era jefe de guías penitenciarios y, a causa de sus actividades por el cuidado de personas de alta peligrosidad, solía recibir amenazas, según detalló el jefe operativo de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased), mayor Esteban Pesántez.

A las 19:30 del pasado jueves, 9 de julio de 2020, se embarcó en un taxi informal y casi media hora después, cuando estaba cerca de la dirección a la que se dirigía, fue asesinado a balazos.

Dos criminales, a bordo de una motocicleta, aprovecharon la luz roja de un semáforo para alcanzar el vehículo en el que se movilizaba el funcionario, un Hyundai Accent color negro. Le ‘pegaron’ algunos tiros en el cráneo.

Los disparos que acabaron con su vida fueron los que recibió en el costado derecho de su cabeza y otro en un pómulo, explicó el mayor Pesántez.

En la escena del crimen, los peritos de Criminalística recogieron cuatro indicios de proyectiles, detalló el fiscal Víctor González, de la Unidad de Flagrancia.

La víctima, quien portaba su uniforme, quedó en el puesto del copiloto, con su cuerpo dirigido hacia la izquierda.

El taxista que lo transportaba no sufrió afectaciones en su cuerpo y no huyó. Permaneció en el lugar hasta la llegada de los investigadores y luego, por disposición del fiscal González, fue llevado a rendir una versión.

Ayer por la mañana, los agentes tenían claro que se trató de una muerte selectiva y por eso manejaban algunas hipótesis. Sin embargo, evitaron adelantar detalles.

Al consultar al mayor Pesántez si la muerte tendría relación con algún conflicto entre las bandas Los Choneros y Lagartos, respondió que no podía confirmar dicha información.

Prontuario

Jhonny Vargas registraba una detención por estafa, en 1992, y otra por la evasión de un detenido que estaba bajo su custodia, en 2012.

Esto fue reiterado por el jefe operativo de la Dinased, quien añadió que en la investigación del caso están colaborando también la Policía Judicial, la Dirección General de Inteligencia (DGI) y Antinarcóticos.

El comandante zonal de la Policía, general Víctor Aráus, sostuvo que para contrarrestar la violencia se están realizando no solo operativos preventivos, sino labores de inteligencia para desarticular organizaciones criminales.

Evidencia

Además de los casquillos, los investigadores recogieron como indicio la suma de 625 dólares en efectivo.