Como consecuencia de la balacera suscitada la mañana del martes 28 septiembre en una cárcel porteña, hubo por lo menos 30 reos fallecidos, de ellos, ocho decapitados; además de alrededor de 47 heridos, según información otorgada por el goberador de Guayas, Pablo Arosemena, y otras fuentes oficiales. La cifra podía variar con el pasar de las horas.

Las ráfagas de tiros no cesaron entre las 09:00 y 13:15, en el Centro de Rehabilitación Social de Varones 1 de Guayaquil, conocido como la ‘Peni’, por su antiguo nombre: Penitenciaría del Litoral.

Los enfrentamientos se suscitaron entre presos de diferentes áreas del reclusorio, pero no se tenía claro si participaban internos de los 12 pabellones, porque la Policía no podía ingresar.

Desde el exterior se escuchaban las detonaciones, no solo de armas de fuego, sino también de artefactos explosivos. Esa situación incrementaba el temor de quienes habitan frente al sitio, pues hubo fragmentos de proyectiles que llegaron hasta la vía principal, afuera de algunos locales comerciales.

Por ese motivo, miembros de las Fuerzas Armadas que custodiaban los exteriores del recinto penitenciario alejaban a los transeúntes, quienes se movilizaban de un puesto de control a otro, porque la carretera había sido cerrada, por seguridad.

Grupos antimotines de la Policía lanzaban, desde los exteriores, bombas de humo, para tratar de controlar la situación. Sin embargo, no tuvo el efecto que esperaban, porque no hubo treguas: la máxima duró aproximadamente dos minutos.

Algunos lugareños mencionaban que estaban sorprendidos, porque supuestamente era la primera vez que se atacaban por tanto tiempo sin descanso, como si tuvieran municiones de forma ilimitada.

Por los techos

Desde las casas que están al frente a la ‘Peni’ también se podía ver a reos que caminaban por los techos y a varios que, desde trincheras improvisadas, disparaban hacia los otros pabellones.

La situación hacía recordar a lo que se muestra en la serie viral del momento: ‘El juego del calamar’, pues en el primer capítulo, en el que se realiza un juego denominado ‘Luz verde, luz roja’, desde la parte alta de unos muros se dispara a las personas que han sido eliminadas.

En la ‘Peni’, en cambio, la disputa sería entre organizaciones criminales que buscan el control de la cárcel. Los Choneros y sus fracciones buscarían eliminar la alianza que existe entre Los Lobos y Los Tiguerones. Y viceversa. Además, a la pugna se habría sumado otro grupo: Chone Killers, otro viejo tentáculo que se desprendió de Los Choneros para buscar por su cuenta el poder.

Esta información, obtenida de forma extraoficial, ha sido consultada por diferentes ocasiones al Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI), ente encargado de los centros penitenciarios, pero no se ha obtenido una respuesta.

A través de Twitter, la entidad apenas publicó la confirmación de que había disparos, explosiones y que el problema era entre bandas dentro de “un pabellón”, aunque desde los exteriores era evidente el ataque entre reos de diferentes áreas.

Preocupación

Cerca del mediodía, familiares de personas privadas de libertad empezaron a llegar para pedir información, pero no la recibieron, porque los investigadores, hasta el mediodía, tampoco tenían claro si hubo heridos o muertos, mucho menos podían hablar de cantidades, mencionó una fuente oficial, bajo reserva.

Supuesta ‘fiestita’ de un líder de Los Choneros

En redes sociales circuló una imagen de los supuestos preparativos para la fiesta de cumpleaños de Junior Alexander Roldán Paredes, alias Junior o JR, el segundo al mando de la organización criminal Los Choneros y líder de la agrupación Las Águilas.

También se pudo observar un extracto de lo que sería un informe preliminar de Inteligencia, en el que se mencionaba que la semana pasada, en camiones y una ambulancia, se habrían ingresado los objetos necesarios para el festejo de JR, quien estaba de onomástico el 25 de septiembre.

En una fotografía se pueden ver globos, mesas, sillas y otros arreglos alrededor de las siglas JR, que hacían alusión al cumpleañero.

Esta información fue consultada al personal de Comunicación del SNAI, pero no hubo respuesta.