Un batallón de militares acompañados de más de cien policías y agentes municipales ‘invadieron’ Solanda, en el sur de Quito, la noche del viernes 21 de febrero.

Parecía una zona de guerra por la presencia de tantos uniformados fuertemente armados. Sin embargo, los moradores que transitaban por las calles de esta zona no parecían sentirse seguros.

“Así es que vengan cuando hay crímenes”, “recorran los parques y los callejones”, gritaban. Muchos de ellos, como Carlos Jiménez, están indignados por la ola de crímenes que han ocurrido en este populoso sector.

¿Existe una guerra entre bandas criminales?

La noche del 20 de febrero asesinaron a Óscar Stalin Morales Almeida, un cuidador de carros que fue acribillado en la calle Juan Barreto, lugar en el que trabajaba.

El sujeto, de 46 años, registraba antecedentes penales por robo y supuestamente era un consumidor de estupefacientes, por lo que, en primera instancia, se manejaba la hipótesis de que el crimen habría respondido a una pugna por el control de la venta de droga.

La coronel Paola Suárez, comandante del Distrito Eloy Alfaro, señaló que, con base a la información de los detenidos, en los últimos meses han determinado que algunos homicidios se han desplazado a sectores aledaños como La Ajaví y Santa Anita.

Este fenómeno, según las unidades investigativas, sería una batalla que llevan las bandas organizadas por apoderarse del territorio para la venta de droga y las ‘vacunas’ a los comerciantes informales.

Sin embargo, mientras indagaban al círculo familiar y social de Morales saltó otra hipótesis del por qué lo habrían asesinado con siete disparos.

El sujeto supuestamente se habría relacionado con miembros de un clan familiar que opera en Solanda y, al parecer, habría tenido una bronca con uno de los hijos de La Patrona.

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Ella y su pareja fueron asesinados a tiros el viernes 7 de febrero a dos metros de la Unidad de Policía Comunitaria del sector. La mujer era señalada como una presunta extorsionadora que cobrara dinero a los dueños de puestos que bordean el retén policial para que puedan ocupar el espacio público.

Estos negocios no han sido abiertos luego del crimen de la presunta ‘vacunadora’ y, la noche del operativo, tampoco hubo comerciantes.

¿Por qué se habla de una venganza familiar?

A la mujer también se le atribuyó el crimen de César Maldonado, un vendedor al que le mataron a tiros dos sicarios que iban en una moto, el 14 de diciembre del 2024.

Un agente de inteligencia confirmó a EXTRA que los hijos de la mujer pretenden tomar venganza de su muerte y el asesinato de Morales sería una de sus primeras acciones.

Además, la madrugada del domingo 16 de febrero hubo dos atentados con explosivos en Quitumbe y Chillogallo en donde supuestamente viven enemigos de La Patrona.

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