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¡A 'soplar' el trago con rociador!
La pandemia de COVID-19 obligará a las hierberas del mercado San Francisco a reinventar las limpias. Recibieron capacitación del Municipio de Quito
Las costumbres y tradiciones de algunas labores de antaño, cambiarán con la llamada nueva normalidad. Las normas de higiene serán lo primordial.
De ahí que las tradicionales curanderas del mercado San Francisco, ubicado en el centro de Quito, ya no podrán soplar el licor a sus clientes durante las limpias, sino que tendrán que usar un rociador para hacerlo.
Los comerciantes de este establecimiento fueron capacitados de manera presencial y virtual, sobre normas de bioseguridad, para el comercio en los centros de abastos, por parte de la Secretaría de Salud para evitar la propagación de contagios de COVID-19 en la capital.
San Francisco cuenta con 127 años de vida en el centro de la capital, fue fundado en 1893, funciona en la calle Rocafuerte y Chimborazo, se destaca por la presencia de las conocidas hierberas que hacen limpias que mantienen en pie las tradiciones andinas de la capital.
charlas a todos los vendedores
La capacitación presencial, fue dictada a 43 comerciantes de diferentes giros: comidas preparadas, lácteos, cárnicos, embutidos, frutas y verduras.
A 10 vendedores, en este último grupo, estuvieron en su mayoría adultas mayores que realizan limpias para eliminar espantos, mal de ojo, malas energías, estrés, y que aún no se encuentran en sus sitios de trabajo, por lo que se conectaron para participar de la charla virtual sobre las normas de bioseguridad.
Blanca Ganchala, vendedora de hierbas medicinales, consultó cómo hacer su tradicional labor de las limpias de espantos, cuando ya les corresponda ir a laborar. Los técnicos recomendaron que de preferencia aún no lo hagan, mucho menos a niños, pero, que si lo van a realizar, rocíen las plantas que van a utilizar con un poco de alcohol, antes de iniciar.
De esta manera, deben evitar soplar licor, como lo hacían antes, es mejor no hacerlo o usar un rociador para efectuar las limpias y procurar mantener un adecuado distanciamiento social, no dejar de usar correctamente la mascarilla, lavar sus manos con frecuencia y si es posible utilizar un visor.
Desinfectar hasta el dinero
En la capacitación se enfatizó en la desinfección del dinero, con el uso de cuatro cucharadas de cloro en 200 ml de agua y colocando en un atomizador para rociar las monedas y billetes.
Los manipuladores de alimentos deberán evitar el uso de aretes, relojes, pulseras o anillos que son fuentes de infección; además deben usar uñas cortas, cabello recogido y mallas en la cabeza, en el caso de mujeres y los varones de preferencia cortar la barba y el bigote, deben evitar toparse el rostro y que al momento de cobrar de preferencia lo haga otra persona que no sea la misma que se encarga de servir o manipular los alimentos.