Es como reconstruir la ruta del sospechoso de un delito a partir de las huellas o pistas que deja a su paso. Los trabajos de secuenciación genómica del SARS-CoV-2, que se desarrollan desde el año pasado en el país, permiten conocer cómo ocurrió la introducción y diseminación del virus causante de la COVID-19 en el territorio de Ecuador.

Un análisis científico, basado en los resultados de 160 secuenciaciones efectuadas entre el 27 de febrero y el 10 de diciembre de 2020, estima que en ese período hubo al menos 82 introducciones diferentes de linajes del virus al país.

Es decir, casos en que arribaron del exterior personas infectadas con el nuevo coronavirus. “La mayoría de esas introducciones no parece producir más casos (llamamos a estas secuencias ‘singletons’), pero al menos 22 sí se diseminaron dentro del país”, señala el investigador Bernardo Gutiérrez, uno de los autores del análisis.

Esos 22 ‘linajes de transmisión’ (LTs) fueron hallados en distintas provincias y regiones geográficas, lo que sugiere una alta circulación del virus dentro de Ecuador desde el inicio de la epidemia, según explica.

El análisis encontró que las provincias que reportaron más casos son Guayas y Pichincha, pero que, curiosamente, comparten pocos linajes de transmisión entre sí. Esto podría implicar que tuvieron distintas procedencias, formas y momentos de ingreso del virus.

“Nuestros resultados revelan un patrón de múltiples importaciones internacionales en todo el país, con aparentes diferencias entre provincias clave”, señalan los autores del estudio.

El trabajo reconoce la autoría de un grupo de al menos 38 personas, entre los que constan investigadores y estudiantes de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), el Instituto Nacional de Salud Pública e Investigación (Inspi), laboratorios privados y colaboradores en el extranjero que trabajan en la secuenciación genómica.

Esta tarea consiste en determinar la secuencia completa del genoma de un organismo. En este caso, del virus hallado en las muestras extraídas de pacientes confirmados de la COVID-19 en las diferentes provincias del país. Para el estudio fueron considerados 160 secuenciaciones realizadas.

Y aunque ahora hay cinco veces más, Gutiérrez resalta que este análisis “permite un entendimiento básico de cómo se propaga el virus en el país”. Una información útil para autoridades de Salud, del Gobierno central y seccionales, así como para otros investigadores.

Los linajes de transmisión más grandes se introdujeron principalmente antes de la implementación de intervenciones no farmacéuticas, es decir, de la cuarentena y otras posteriores restricciones de movilidad, asegura.

Un artículo científico sobre este análisis fue publicado este mes por la revista ‘Virus Evolution’, de la Oxford University Press, una de las casas editoriales científicas más prestigiosas a nivel mundial, que pertenece a la Universidad de Oxford, donde Bernardo Gutiérrez, licenciado en Biotecnología por la USFQ, cursa un doctorado (PhD).

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LA SITUACIÓN ACTUAL: EL 2021 TIENE MÁS VARIANTES Y DISTINTAS A LAS DEL 2020

Hasta junio, el país había efectuado 777 procesos de secuenciación genómica del virus causante de la COVID-19, indica el director de investigaciones de la Universidad Espíritu Santo (UEES), Fernando Espinoza.Según el reporte de ese mes, el 70 % de las variantes o linajes del SARS-CoV-2 en Guayas ya son de este año. Ya no están las de diciembre del año pasado. Y hay una presencia predominante de la variante ‘Andina’ o Lambda. Aún no había la Delta.

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