Las parroquias más populares son las que concentran el mayor número de contagios de COVID-19 en Quito: Chillogallo y Guamaní, al sur, y el Centro Histórico. Coincide con la presencia de ventas informales y aglomeraciones.

Alberto Narváez, expresidente de la Federación de Médicos ecuatorianos y experto en control de enfermedades, explicó que el hacinamiento y la pobreza son factores determinantes para la propagación del coronavirus. 

Los datos entregados por el COE Provincial de Pichincha desde el 3 al 14 de junio evidencian que se registraron 950 casos en 11 días,  240 más que en el mismo lapso previo al cambio a luz amarilla del semáforo.

“Esta cifra es preocupante, porque además no son los casos del semáforo amarillo, sino de antes, dijo el experto. La reanudación de las actividades ‘pasará factura’ a partir de la próxima semana, sentenció Narváez.

Hospitales al tope

En los datos entregados por el COE Nacional no se distinguen los casos leves o graves, “pero solo basta con ir a un hospital para saber que no hay espacio”, agregó el especialista Narváez.

Gregorio Montalvo, director de políticas y planeamiento de la Secretaría de Salud, afirmó que no es un secreto que las camas de cuidados intensivos estén llenas en Quito. “El promedio hasta el 15 de junio es que 28 personas esperan por una cama de terapia intensiva”, explicó.

La situación preocupa porque quienes no tienen acceso a ventilación mecánica y oxígeno en estado grave simplemente mueren, según Montalvo.

“Quizá los médicos tengan que elegir en quién emplean los recursos, como ya sucedió en Italia”, dijo Narváez ante la realidad del sistema de salud.

Un posible retorno al confnamiento

Sin embargo, el centro de atención temporal implementada por el Municipio para pacientes leves y moderados solo tiene una ocupación del 10 % de su capacidad. Montalvo no considera que haya sido un gasto innecesario, es más, se plantea aumentar la capacidad de este espacio.

Con estos antecedentes se divisa el retorno al confinamiento incluso antes de julio, según Narváez. “Iremos entrando y saliendo de la cuarentena”, añadió. Esto, debido a que no ha realizado el seguimiento de los casos.

Desde la Secretaría de Salud aún se analizan estos factores para tomar esa decisión, sobre todo desde el 22 de junio, día en que los trabajadores públicos volverán a sus actividades presenciales. “Hemos dilatado este retorno para darle tiempo al sistema de salud de tener mayor respuesta”, agregó Montalvo.

Además, se tendrán en cuenta los excedentes de mortalidad que –a decir del funcionario– en mayo fue de 41 % y en lo que va de junio un 35 %. Es decir, el porcentaje de muertes que han aumentado con respecto al mismo período de años pasados. “Estamos en la transmisión de la primera ola. Todavía no sabemos si habrá una segunda”, concluyó Montalvo.