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Coronavirus en Quito: ¡Piloteando con el ‘bicho’!
Los conductores piden a las autoridades ser incluidos en el plan de vacunación. En Quito, 34 choferes de transporte municipal y privado han muerto.
Los conductores de la transportación urbana de la capital también quieren ser vacunados. Piden ser parte de los sectores prioritarios para la inmunización y dejar de despedirse de más compañeros que mueren por el coronavirus.
Hasta ayer, 29 choferes habían fallecido por la COVID-19 y más de 300 se han contagiado desde que se inició la pandemia, según la Cámara de Transporte Público Masivo de Pasajeros de Quito (CTDMQ).
En el último mes fallecieron tres conductores.
Segundo Rea, de 57 años y gerente de una operadora de buses, murió tras complicarse su cuadro de salud. Bolívar Santamaría, chofer de una unidad de la Cooperativa Bellavista, también perdió la batalla contra el ‘bicho’. Y Claudio Vilatuña, de 59 años, no pudo más y pereció en una clínica del centro.
CON MIEDO
Luis Calvopiña es dirigente de la operadora Bellavista, que cubre una de las rutas más tradicionales de la capital: Tumbaco-Quitumbe. Es dueño de un bus. Antes de la pandemia contrataba a un chofer y un a controlador. Sin embargo, desde que se aplicaron las medidas de restricción el año pasado, Calvopiña tuvo que despedirlos por la crisis económica que provocó el confinamiento.
Ahora, él maneja el automotor y su esposa es la ayudante. La pareja se ha sacrificado para llevar un plato de comida a sus tres hijos y pagar la deuda que tienen con la concesionaria que les vendió el vehículo.
No ha sido fácil, lo admiten, pero no hay otra salida. Entre ambos construyeron una barrera de plástico alrededor de la cabina del conductor para evitar que algún pasajero contagiado los contamine. Además, desinfectan el bus dos veces al día y siempre llevan a la mano un frasco de alcohol.
Gissela Rojas, su cónyuge, explica que lo más peligroso es lidiar con los usuarios que suben sin mascarilla. “Yo no les permito subir, así pierda el pasaje”.
José Santamaría, presidente de la CTDMQ, dijo que los conductores y sus ayudantes se exponen 400 veces al día al contagio del virus, porque este es el número de usuarios que ocupan el servicio. “La transportación colectiva es una de las principales fuentes de contagio en la pandemia”, enfatizó. Por eso considera que este sector debe ser considerado dentro del plan de vacunación que desarrolla el Gobierno.
MIENTRAS TANTO...
Los conductores que trabajan en la Empresa Metropolitana de Transporte de Pasajeros, que cubre los servicios de Trole y Ecovía, viven otra realidad.
Ellos tampoco han sido vacunados, pero la entidad municipal construyó unas cabinas especiales para que los conductores estén más seguros. Asimismo, se inhabilitó la puerta de ingreso que está junto a ellos, para que no tengan contacto con los usuarios. Y además les entregan mascarillas, gel y desinfectante frecuentemente.
A pesar de todos esos cuidados, han muerto cinco conductores de la entidad en la pandemia. Para rendirles homenaje, suelen colocar en los parabrisas de los articulados una fotografía de los compañeros fallecidos, con un mensaje de luto.
Mario Simbaña lleva pegado uno de esos recordatorios en su unidad. El conductor dice que lamenta la pérdida de sus compañeros y resalta que la única manera de enfrentar al virus es respetar el distanciamiento y usar mascarilla.