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Isabel Gracia esperó en las afueras del hospital Enrique Garcés por más de seis horas. Su estado de salud era crítico.René Fraga

Coronavirus: en los hospitales de Quito pagan justos por pecadores

Los pacientes recorren y esperan horas en las casas de salud para ser atendidos. Médicos afirman que la indisciplina social provocó más contagios

La situación del colapso del sistema de salud en la capital sigue empeorando. El incremento de casos de COVID-19 en la ciudad provocó que decenas de personas con síntomas respiratorios y otras patologías esperen durante horas en las afueras de los hospitales o que regresen a sus casas con un pedazo de papel donde el doctor le anota la receta médica.

No existen camas disponibles en las áreas de hospitalización ni en cuidados intensivos, lo que ha ocasionado que los pacientes mueran en las afueras o en sus domicilios.

Desde marzo a julio de este 2020, en Pichincha se ha incrementado el número de fallecidos en un 11,1  %, en comparación al mismo período del 2018 y 2019. En total, aumentaron 1.519 fallecidos, según el Ministerio de Salud.

Larga espera

La máxima autoridad de esta cartera de Estado, Juan Carlos Zevallos, señaló que no existe ningún paciente que no reciba atención en Quito. Sin embargo, en la última semana se puede apreciar afuera de las casas de salud a varias personas que esperan en las áreas de emergencia. Por ejemplo, en el hospital Enrique Garcés, en el sur de la ciudad, decenas no son atendidas durante horas.

Ese fue el caso de Isabel Gracia, una mujer de 49 años quien llegó ayer a las 04:00, convaleciente y a punto de desmayarse. Ella fue llevada por su nuera porque ya no soportaba la fiebre, el dolor muscular ni el malestar que padecía.

Ambas viven en Quitumbe, sector sureño que tiene 365 infectados con coronavirus. Gracia no quiso ir a un centro de salud del sector porque estaban llenos. Ella quería ser hospitalizada porque dijo que no soportaría un día más.

Su condición era crítica y no tiene dinero. La mujer comentó que tenía un restaurante en la ciudadela Ibarra, pero tuvo que cerrarlo cuando se inició la emergencia sanitaria por el virus. Ahora no sabe cómo costearse la atención en clínicas privadas y por eso recorrió los hospitales públicos para encontrar un espacio.

En el Enrique Garcés, la tasa de mortalidad de los pacientes que están en cuidados intensivos es la más alta en comparación a los otros centros. El 41,7 % del total de ingresados en este espacio durante abril y junio falleció.

636 muertos por COVID-19 registra Pichincha, según el COE provincial.

Dilema médico

Los datos que maneja el Colegio de Médicos de Pichincha indican que en la capital existen 107 personas esperando una cama de hospitalización y 54 pacientes aguardan un espacio para cuidados intensivos.

Víctor Álvarez, presidente de la entidad, dijo que la indisciplina de los capitalinos está provocando que las personas que verdaderamente necesitan una cama mueran en sus domicilios o de camino a los centros hospitalarios.

Según el experto, el riesgo de muerte es alto y la posibilidad de supervivencia disminuye cuando un paciente que espera en las afueras de una casa de salud no es atendido a tiempo. “La falta de atención integral y de recursos aumenta el peligro de un desenlace fatal”.

Álvarez también enfatizó que no solo las personas con el virus están en peligro, sino quienes presentan otras patologías. El doctor explicó que las secuelas de estas enfermedades podrían ocasionar más dolor en los últimos días de vida de las personas.

Por eso recomendó a la ciudadanía que dejen de realizar fiestas o provoquen aglomeraciones porque por cada persona infectada en estos lugares se pueden contagiar cuatro más.

Según los datos del ECU-911, en las parroquias donde existen más contagios de coronavirus es donde se han realizado más festividades clandestinas. Hasta la fecha superan las 1.000.

Las áreas de emergencia de los hospitales reciben a decenas de pacientes a diario.René Fraga