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Convierten los dolores en arte
Trece mujeres se juntaron virtualmente durante la pandemia y con apoyo psicológico decidieron plasmar sus historias como una forma de sanar.
"En nombre del amor, mi exesposo se cortaba las venas. Una vez la sangre le alcanzó para escribir ‘te amo’ en la pared de nuestro dormitorio”, recuerda Sonia, de 50 años.
Esta imagen fue la primera que plasmó en ‘Con tinta sangre del corazón’, un relato que recoge el dolor y el maltrato que vivió junto a su pareja y en la infancia.
El cuento de Sonia es una de las 13 piezas de arte que tienen un eje común: haber sobrevivido a la violencia de género.
Este proyecto, titulado ‘Mujer Magia’, surgió de la mano de Alexandra Londoño, psicóloga especializada en violencia intrafamiliar, que buscaba una propuesta que combinara el acompañamiento psicológico con el arte.
Nació durante la pandemia de COVID-19, etapa en la que se evidenció un recrudecimiento de la violencia
Según los datos de la Fiscalía General del Estado, hasta el 4 de abril se habían registrado 17 femicidios. Adicionalmente, el último informe de la Defensoría Pública de noviembre de 2020 registró 17.336 casos de violencia de género entre enero y octubre.
Poco antes de la cuarentena, Londoño había producido la obra ‘Charla magistral para encontrar a la Doctora Amores’, en la que el tema central fue superar el amor romántico.
De este ejercicio surgió la propuesta de creación, a la que otras doce mujeres sumaron obras de danza, fotografía, pintura, poesía y música. El proceso de creación inició oficialmente en agosto de 2020.
DEPURAR EL DOLOR
“Esta es una forma diferente de relacionarse con las historias de violencia, para sacar del ámbito doméstico el maltrato, que es un problema social”, agrega la experta.
Entre las propuestas artísticas está la de Lorena, de 27 años, quien decidió plasmar en un cuadro la violencia psicológica que sufrió por parte de su expareja. “Es un autorretrato viéndome en el espejo y hasta dónde la relación tormentosa me llevó”, contó.
Para las integrantes, el proceso no ha implicado solamente crear, sino también acompañarse. “A pesar de que no nos hemos visto, somos amigas”, comenta la joven.
Asimismo, agrega Sonia, ha sido posible ver el horror desde una postura más sana. “De pequeña también recibí maltratos físicos y cuando hablé sobre eso me dijeron que estaba loca. Incluso fui a parar al hospital por los golpes de mi padre”, asegura.
Las obras fueron subidas al canal de YouTube de Magia Mujer. Este proceso dio pie a otra plataforma: la comunidad El Sapo Azul, que tiene reuniones virtuales todos los jueves para tratar temas como el acoso, las citas, los piropos y más. “En las sesiones hablamos sobre las narrativas y las historias. Dejamos la posición de víctimas”, dice Sonia.
A esto se suman talleres, conversatorios y encuentros lúdicos, para los cuales incluso han creado un títere en forma de sapo, una alusión al mito del sapo que tras un beso se convirtió en príncipe.
Para quienes no puedan conectarse, las reuniones son grabadas y subidas a manera de podcast, para así poder revisarlas y escucharlas vía web.
La propuesta está calando hondo y ha sumado, hasta el mes pasado, a 534 mujeres que ahora son parte de esta iniciativa.
Londoño señala que la iniciativa ‘Mujer Magia’ continuará en futuras ediciones. “Veo que en el arte hay un enorme potencial de sanación emocional. Los trabajos que salieron son hermosos”, enfatizó.
La identidad de cada víctima ha sido protegida para evitar su revictimización.