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Solo se conoce el nombre de la ancianita que fue abandonada en una iglesia
Luz María tras ser abandonada en la iglesia San Francisco, fue internada en el Bicentenario.
Sentada en su silla de ruedas apenas pudo recordar su nombre: Luz María. Por momentos se adormitaba y preguntaba por “Kléber”, pero nadie respondía. Así fue abandonada una adulta mayor, de 87 años, la noche del lunes, en el interior de la iglesia San Francisco, al centro de la urbe. Se conoce que ingresó junto con un hombre, pero este se retiró y ella permaneció en el templo hasta casi el anochecer.
Llegó la Policía y después, funcionarios de la Empresa Pública de Desarrollo, Acción Social y Educación (EP-DASE) la trasladaron a un albergue, en el sur de la ciudad. El caso se viralizó por redes sociales. Durante la revisión se percataron que la mujer tenía edemas en sus piernas, inflamados los tobillos y lagañas en sus ojos. No veía, por lo que se llevaba todo a sus manos.
Así lo resume a EXTRA Katherine Alcívar, psicóloga del albergue municipal Volver a Soñar, donde la mujer pasó la noche. Tenía un poco de incertidumbre, pero no fue agresiva, admite, y, al contrario, estaba tranquila y predispuesta al trato que se le dio en el sitio.
Pero la mañana de ayer no quiso desayunar y se le subió la presión, por lo que fue derivada al Hospital Bicentenario acompañada por una trabajadora social de la DASE.
“Tampoco refería dirección domiciliaria (...) Ella requiere de cuidados permanentes; no puede ir al baño sola, le pusimos pañal, no puede caminar... no resiste y por momentos reconoce”, añade Alcívar, quien, junto a otro compañero, tomaron contacto con la mujer desde el templo católico. Menciona que también presentaba deshidratación.
La mañana de ayer, asimismo, apareció en el albergue, donde se encuentran otras 40 personas incluidos adultos mayores, un hombre con el nombre de “Kepler”, y quien dijo ser su hijastro. “Manifestó que él la cuida desde hace más de 13 años y reconoce que, en efecto, fue un traspié. Trabaja en carpintería y se siente abrumado por el hecho de cuidarla y no poder salir a trabajar como él quisiera. Hay que buscar la forma de generar un apoyo para esta familia...”, añadió la profesional.
Ruth Calderón, ciudadana.
En la tarde se confirmó que el cuadro de salud de Luz María mejoró y regresó al albergue, ¿pero cuál será el destino de la adulta mayor? De acuerdo con Alcívar, lo primero que se hará en el caso es restablecer la condición de salud y luego decidir qué es lo mejor para ella.
“Si vemos un sitio de vulneración su hogar, hay que buscar la forma que no lo sea y que la persona (que la cuide) sea competente”, argumentó, al recordar que en el caso de no hacerlo, se buscarán otras opciones para que ella sea atendida como lo requiere.
Citó como ejemplo una casa de acogida para adultos mayores, en los que tengan cuidados permanentes.
“Como institución se realizan las gestiones para la figura de derivaciones. Ella ya es beneficiaria y tendría el lugar el acogida”, aseguró.
Karina Chóez, ciudadana
El fray Francisco Meza, párroco de la iglesia San Francisco, relató que los trabajadores del área de bioseguridad se percataron de lo sucedido con Luz María. Recalcó que es el primer caso de este tipo durante los casi tres años que está al frente del templo.