El cardenal ecuatoriano Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil y figura clave del episcopado nacional, hizo un llamado a los fieles católicos para que acompañen con oraciones el proceso de elección del nuevo sumo pontífice de la Iglesia Católica, tras el fallecimiento del papa Francisco, el primero de origen latinoamericano. Cabrera viajó a Roma para participar en las exequias del líder religioso, y desde allí exhortó a que el Evangelio sea el faro que guíe a los cardenales durante el cónclave.

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"Sigamos orando para que sea el Espíritu Santo quien ilumine la mente, el corazón y la voluntad de los cardenales", expresó Cabrera en un comunicado difundido por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, resaltando que esta es una “gran responsabilidad” que no debe estar influida por intereses particulares, sino por los principios de fe.

El mensaje del prelado profundizó en las cualidades que, a su juicio, debería tener el nuevo papa, mencionando el "amor entrañable del Buen Pastor, que dio la vida por cada uno de nosotros", así como el "amor incondicional a todos los hermanos, especialmente a los más pequeños, a los que sufren toda forma de violencia, y el amor a nuestra hermana tierra".

¿Qué espera la Iglesia del próximo líder del Vaticano?

La expectativa en torno a la figura del próximo papa está marcada por los desafíos contemporáneos que enfrenta la Iglesia. Cabrera recordó el papel del pontífice como "constructor de puentes" y afirmó que su misión debe ser continuar la de Jesús: "Anunciar el Evangelio a los pobres, la libertad a los cautivos, la vista a los ciegos y el año de gracia o de la reconciliación, del perdón y de la paz, como peregrino de esperanza".

Este llamado se da en un momento de profunda reflexión para la Iglesia y para millones de fieles alrededor del mundo. La figura del papa Francisco dejó una huella indeleble por su estilo pastoral sencillo y cercano, y su legado marcará la agenda del próximo pontificado.

¿Cómo ha respondido Ecuador al fallecimiento del papa Francisco?

El Gobierno de Ecuador, liderado por el presidente Daniel Noboa, decretó tres días de duelo nacional en homenaje al papa Francisco. Durante este periodo, las banderas ondearon a media asta en edificios públicos y privados, como muestra de respeto.

Noboa, quien también asistirá a los funerales en el Vaticano, destacó al pontífice como un líder espiritual “que será recordado por su sencillez, su cercanía con los pueblos más vulnerables y su firme mensaje a favor de la fraternidad, el diálogo y la esperanza en tiempos de crisis global”.

En palabras del mandatario, el mundo ha perdido una figura única, “un líder espiritual que se destacó por su valentía de hacer las cosas diferentes, su sencillez y su fe”.

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