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Esta fue la sesión itinerante en la Isla Trinitaria que causó polémica.X: @alcaldiagye

Concejo Cantonal en Isla Trinitaria: Una polémica sesión en medio de la gente

El alcalde Aquiles Álvarez fue acusado por algunas concejalas de Guayaquil de realizar proselitismo político en barrios populares

"¡Por favor, no peleemos!", intervino Aquiles Álvarez con una risa nerviosa, mientras decenas de personas observaban la acalorada discusión entre el alcalde y los concejales durante la segunda sesión del año del Concejo Cantonal de Guayaquil.

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El enfrentamiento surgió porque la sesión no se llevó a cabo en el habitual Palacio Municipal, sino en la cooperativa Andrés Quiñónez, ubicada en la Isla Trinitaria.

En un momento de la reunión, la concejala socialcristiana Cinthia García expresó su preocupación sobre el uso de estas sesiones como posible plataforma para campañas políticas. "No quisiera que se diga que se están utilizando las sesiones del consejo para apuntalar una campaña política", declaró, y sugirió que, al menos durante el periodo electoral, las reuniones se realicen exclusivamente en el Palacio Municipal.

La tensión aumentó cuando su colega, la también socialcristiana Ana Chóez, tomó la palabra para respaldar a García. Chóez advirtió sobre una posible infracción electoral, recordando que el proselitismo político es una falta grave.

Aquiles Álvarez y las concejalas Cinthia García y Ana Chóez tuvieron una acalorada discusión en medio de la gente.Montaje de Miguel Rodríguez / Extra

Molesto, Álvarez negó que la sesión tuviera tintes políticos y aseguró estar dispuesto a enfrentar cualquier denuncia. Incluso, advirtió: “Ahora nos vamos a ir de consejo itinerante todo febrero también. Y si nos siguen molestando, nos vamos a ir todo el año itinerante”.

Una fuerte acusación a Aquiles Álvarez

La tensión culminó después de estas palabras. Sin embargo, luego de algunos puntos tratados, la discusión volvió.

En cierto punto del evento, la concejala García comentó que entendía que “la gente necesita comer y estar donde se le da trabajo, que es donde están en este momento”, lo que Álvarez y otros concejales interpretaron como una insinuación de que los asistentes eran pagados, calificando la declaración como una falta de respeto.

Fue entonces cuando el alcalde decidió intervenir para frenar la discusión, que se había desviado de los temas establecidos en la agenda.

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