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La gente camina con temor por la calle Joaquín Pareja.Miguel Ángel González

'Peajes', robos y explosiones: la historia de la calle del ‘infierno’ en Comité del Pueblo

Un tramo de la calle Joaquín Pareja es la entrada a la inseguridad. Conozca los delitos que se cometen en este corto espacio del norte de Quito

Poner un pie en la calle Joaquín Pareja, en el Comité del Pueblo, norte de Quito, es de valientes... o de desafortunados porque la desgracia puede presentarse en cualquier momento. La vía empieza en la avenida Jorge Garcés y se extiende 576,56 metros hasta introducirse en el sector conocido como La Invasión.

Y dentro de ese lugar, en apenas 122 metros de esa calle –que inician en la avenida Francisco de la Torre– se ha instaurado el infierno para los moradores que viven ahí y se aventuran a caminar para ir a sus casas, salir a sus trabajos o a sus estudios.

¿Cómo se apoderó el crimen del lugar? Pues en este sitio vive una mujer llamada Pastora que, según Víctor Herrera, comandante de Policía de Quito, ha delinquido desde 2002 en ese punto y cuya presencia desató un enfrentamiento campal el domingo pasado.

Los atracos

Este es el martillo y la pistola de juguete que algunos delincuentes usaban para robar.René Fraga

El primer delito por el que se señala a esa residente, y en el que convergen los demás hechos, es el microtráfico. La venta de estupefacientes hace que los viciosos lleguen a la calle y se pongan a consumir.

Lo hacen en una de las veredas del final de la Joaquín Pareja, donde los vecinos decidieron poner aceite para que los drogadictos no se sienten. “Lo hacen sin temor a nada”, relató Juan, quien vive 22 años en La Invasión, al señalar que durante todo ese tiempo se han registrado este tipo de hechos.

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Con el consumo viene el robo a personas, dice el residente. A los delincuentes no les importa la hora del día para amedrentar con cuchillos o con pistolas (reales o de juguete) a los moradores.

“Pero eso no es todo. La gente no es la única afectada directamente”, precisa Juan, quien agrega que el robo a vehículos es otro delito conexo que se registra en este pasaje.

Los delincuentes destrozan los vidrios de autos estacionados y se llevan lo que esté adentro. Usan unos pequeños martillos que se roban de los buses y que se utilizan comúnmente para romper los parabrisas en casos de emergencia.

A huir se ha dicho

En una de las paredes se mira el logo de los Vatos Locos y la palabra Aragua, haciendo alusión a la mafia venezolana.Gustavo Guamán

La gente no puede circular libremente porque en ese pasaje también se paga ‘peaje’. Los montos varían, dicen las personas, y depende de qué criminales se los pidan.

Pero a todo esto se suma la inseguridad que representa la presencia de Pastora para los moradores, porque pueden ser víctimas colaterales de ataques en contra de aquella residente. Ella admitió a EXTRA que ha sido víctima de ataques armados. “Me han disparado por la ventana”, detalló la mujer.

En enero ocurrió una detonación de un artefacto y dejaron una bomba que no estalló, hechos que estarían dirigidos a ella. Aunque el caso más reciente se registró el 5 de junio, cuando unos desconocidos le dejaron una granada afuera de su casa. Por fortuna, esta no explotó y fue detonada por miembros del Grupo de Intervención y Rescate (GIR).

Por eso, y luego de la súper bronca entre vecinos y delincuentes, hay quienes ya decidieron irse. Es el caso de María, una moradora que tenía una tienda y que la noche del lunes 19 de junio se marchó. “Estamos en una constante zozobra y esto es insoportable”, precisó la mujer que tomó sus cosas, a su familia y le dijo adiós a la calle del infierno.

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